Eran cerca de las
seis y media de la mañana cuando cerca de doscientos policias del GOPE
irrumpieron en los territorios de Temuicuicui a punta de disparos, gases,
helicópteros y tanquetas. La policía
ingresó como en otras ocasiones, a punta de patadas a las casas de los
comuneros, generando un ambiente de terror sobre todo en los niños que a esa
hora dormían.
Desde que las
comunidades decidieron recuperar sus tierras históricas, los allanamientos han
sido continuos y persistentes de parte de los gobiernos democráticos, mostrando
una cierta modalidad desde el año 2001 cuando asume José Alejandro Bernales
como encargado de la IX zona. En esa perspectiva, el General IvánBezmalinovic, ha encabezado
personalmente los últimos asaltos a las comunidades. Sin más, en los
allanamientos en los territorios de Chequenco a principios de noviembre, el
mismo Bezmalinovic golpeó a los detenidos como lo señalaron los afectados. Este
mismo General, durante el 2009, como Coronel de la prefectura de Malleco
encabezó la represión contra los comuneros que ingresaron al fundo San
Sebastián en la zona de Collipulli y que terminó con la muerte de Jaime Mendoza
Collío.
La justificación
para este último arranque de barbarie, que bien nos podría recordar al mítico
Hernán Trizano, el Bufalo Bill chileno.
Precursor de Carabineros de Chilecomo
lo llamó Jorge Lara, fue la búsqueda de pruebas inquisidoras para acusar a Juan
Huenchullan. Pero más a fondo, es detener y atemorizar el reciente descontento que
se expresa en distintos lugares del
Wallmapu.
Desde principios de
año en Pilmaiken, Osorno, las comunidades han venido protestando por la
construcción de una nueva represa hidroeléctrica; las comunidades de Quepe, se
han manifestado en oposición a la construcción del aeropuerto, que pondrá la
lápida a los territorios reivindicado como ancestrales y que destruirá el
hábitat sociocultural de dichas comunidades; Mapuche de la zona de Lleu-Lleu se
han resistido hace pocos días a la explotación minera que terminará por
destruir uno de los lagos más puro y limpios que perduran, a pesar de lo
nefasto de las inversiones forestales que tienen destruida la cordillera de
Nahuelbuta.
Suma y sigue. Hace ocho meses que Daniel Huentecura está detenido en la
cárcel de Temuco, acusado por incendiar un camión durante la extensa huelga del
2010 en Carahue. En Angol, aún condenado entre ocho y catorce años están cuatro
comuneros, que preparan una acusación en la Corte Interamericana de DDHH. Un
nuevo problema internacional que se le avecina al gobierno de Sebastián Piñera.
Los allanamientos y la violencia policial, solo demuestran la incapacidad de los distintos gobiernos de
resolver de manera política y social una larga historia de desencuentro. Lo
único que generan con estos arranque de barbarie “civilizadora” legadas del
siglo XIX, es justamente que los Mapuche adquieran el derecho a defenderse “de cualquier forma ante estas agresiones
que se vienen a cometer en nuestro propio territorio”, con tal de “proteger
la vida de los niños, mujeres y anciano del territorio de temucuicui”, como
dejaron consignado los dirigentes de dicha comunidad.