Tecnología RFID dentro de la biblioteca

Tecnología RFID dentro de la biblioteca

 

. La identificación, el control y el rastreo de artículos son factores clave en los sectores de una población donde los automatismos cobran cada vez más relevancia. Las tecnologías que potencializan esta automatización es la llamada identificación por radiofrecuencia RFID.

 

¿Para qué sirve la tecnología RFID?

El objetivo de esta tecnología es el reservar datos de manera remota y la identificación de estos utilizando etiquetas y lectores. Esta información es guardada en las etiquetas, para posteriormente ser leída y procesada según sean las necesidades en concreto de cada aplicación. De tal manera que, una etiqueta RFID es semejante a un código de barras, aunque con más ventajas como la facultad de cambiar la información de esta, con lo que se puede realizar un seguimiento o historial del libro. Además, tiene una capacidad superior de almacenamiento de datos. Sin embargo, la tecnología RFID no se debe considerar el que pueda sustituir del código de barras. Básicamente los datos almacenados en una etiqueta RFID pueden identificar o localizar el libro que se indica en específico, por ejemplo, si se incluye una etiqueta en un libro, se asegura que sea localizado ése específicamente, y no otro semejante. Las primeras prácticas de este tipo se aplicaron en la Segunda Guerra Mundial cuando los británicos usaron el sistema IFF (identification: friend or foe = identificación: amigo o enemigo) esto con el fin de saber si los aviones localizados en el radar eran aliados o enemigos. En las próximas décadas se utilizó para localizar saqueo en almacenes, y apertura automática de puertas (Finkenzeller, 2003). Pero en estos últimos años es donde se ha producido la explosión de la tecnología, debido en gran medida a la creación del estándar EPC (electronic product code = código electrónico de producto). La consultora Gartner Consulting observa que la tecnología RFID tiene una proyección de crecimiento en los próximos años, según su informe de 2005 de las nuevas tecnologías emergentes (Gartner Consulting, 2005).

 

 

Sistema RFID

El sistema RFID se integra de un lector (transmisor/receptor+codificador) el cual la función principal es que lee y escribe datos en los dispositivos y un transponder (etiqueta de RF) situado en el libro que se quiere identificar. Estos dispositivos poseen una antena incorporada para comunicarse mutuamente, que funciona de la siguiente manera.

 

 – El lector genera un campo de radiofrecuencia, normalmente conmutando con una bobina a alta frecuencia.

– Este campo crea una corriente eléctrica sobre la bobina de entrada del dispositivo. Esta señal es modificada y de esta manera se alimenta.

– Posteriormente la etiqueta transmite datos al lector. Los datos son transmitidos por una señal que emite el lector.

– Estos datos leídos por el lector se decodifican para posteriormente pasar por un ordenador para que la información sea procesada.

La comunicación entre el lector y la etiqueta RFID se realiza a una frecuencia determinada por la misma, según el tipo de etiqueta RFID usada en la aplicación. El alcance, la velocidad y el protocolo empleado para la transmisión dependerán de la etiqueta y la frecuencia elegidas. También utilizan la misma bobina algunos sistemas para radiar la energía a la etiqueta y datos, así como otros sistemas que utilizan dos bobinas.

 

 

 

 

                                                  Figura 1 Diagrama de un sistema RFID

                                            (http://www.carrefour.net/es/articles.html?t=59

 

Funcionamiento del sistema.

A la entrada y salida de la biblioteca se colocan antenas para tener vigilados todos los accesos a la misma. El cliente realiza la búsqueda de un artículo o libro, al realizar una búsqueda en el sistema de catálogos o simplemente mirar en las estanterías. Una vez que elije un documento debe ir a la parte de circulación y reserva de autopréstamo y colocará su tarjeta de usuario de la biblioteca bajo un lector de código de barras o de RFID. El sistema identifica y le muestra sus datos actuales (artículos o libros prestados, fecha de devolución, etc.). Si se obedecen las normas de la biblioteca, se puede efectuar un préstamo correctamente, y para ello coloca el libro por el lector RFID, que le informa a la base de datos y desactiva el microchip de seguridad. Cuando se desea abandonar el centro el cliente debe pasar por los lectores que se encuentran antes de salir, que activarían una alarma en caso de que el libro no haya sido sacado correctamente. Para hacer la devolución de libros, básicamente se tienen que dejar en un contenedor dentro de la biblioteca situado al lado de la ubicación en donde se encuentran las devoluciones de libros, previamente leerá la etiqueta de los documentos con el lector para que se actualicen y se confirmen datos y aparezcan como devueltos en el sistema, para evitar posibles problemas. También se puede incorporar un buzón fuera de la biblioteca para que el usuario coloque el libro a alguna hora en la que está cerrada; si se realiza esto, el personal del centro debe leer siempre la etiqueta de los libros con el lector de la estación de devolución antes de colocarlos en su sitio. Los encargados recogerán los ejemplares devueltos y los colocarán en su lugar. Para hacer inventarios de libros o para verificar que todos están situados donde deberían se usan los lectores portátiles. De esta manera un bibliotecario rastrea en las estanterías con el lector RFID, verificando que el libro se encuentra en la correcta ubicación dentro de la estantería. En el caso de que se busque alguno en concreto, el tiempo para ubicar este libro se reduce muchísimo en comparación al que se emplearía en buscar los libros sin ayuda de un sistema. El personal de la biblioteca tiene que emplear un menor tiempo y esfuerzo en este tipo de tareas, y podría dedicar más tiempo a las necesidades de los demás usuarios, que también se ven beneficiados en el mejor ordenamiento de los libros.

 

Usando RFID se produce una automatización del proceso de préstamo y de devolución, ya que los clientes pueden sacar y devolver libros automáticamente, sin esperas, sacando más de uno a la vez. Simplemente acercando los materiales al lector se renueva la base de datos. Como se ha dicho, las etiquetas de las bibliotecas suelen venir con un bit antirrobo, que según esté a ‘0’ o a ‘1’ activará una alarma o no a la salida de la biblioteca, garantizando que sólo los usuarios autorizados puedan retirar los libros. Las pérdidas se reducen uniformemente. Así como por ende se gana tiempo al hacer simultáneamente la lectura del código y la activación/desactivación del microchip antirrobo. A la hora de elaborar el inventario de los libros no hace falta ir sacándolos uno a uno, sino que pasando un lector RFID portátil por todas las estanterías se va detectando los libros que existen en la biblioteca. Además, se comprueba su correcta ubicación por si alguno de ellos estuviera desubicado. Para adquirir estadísticas fiables sobre el uso de libros o bibliotecas se pueden instalar sensores en los puntos de lectura, para saber qué tipo de lecturas es del interés de los usuarios. Sin embargo, aunque ofrece grandes utilidades, pero el costo de la implantación y los numerosos obstáculos

 

tecnológicos debidos a las dificultades propias de la adaptación de una nueva tecnología pueden ser un problema. La apuesta de los principales desarrolladores de software y hardware, como SAP, Microsoft o Intel, junto con la gestión de grandes empresas como Wal mart o la alemana Metro es un primer gran paso.

 

Tecnología útil en las bibliotecas.

Por su efectividad, funcionalidad y seguridad de control o interoperabilidad con otras aplicaciones de gestión, la tecnología RFID ha llegado para aportar beneficios dentro de la biblioteca y no puede hacer más que crecer en sus usos y aplicaciones en el mismo sector.

También ofrece confianza al personal bibliotecario con el mismo objetivo de controlar y ordenado los materiales que se encuentran en la biblioteca, posibilita también un alto grado de autonomía al usuario.

 

 

 

Referencias.

Finkenzeller, K. “RFID-handbook: fundamentals and applications in contactless smart cards   and identification”. NewYork, NY: John Wileys & Sons, 2nd ed., 2003. ISBN 3446220712.

 

Gartner Consulting. Gartner highlights key emerging technologies in 2005 hype cycle. Consultado en: 14- 11-06. http://www.gartner.com/press_releases/asset_1344 60_11.html

UNETE



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