A principios del verano de 2010 aterrizaba en Málaga Sheikh Abdullah Ben Nasser Al-Thani, miembro de la Familia Emiral Qatarí, inversor millonario y gran aficionado del fútbol. Su objetivo era sellar en la Rosaleda la adquisición del 97,5% de acciones del Málaga Club de Fútbol SAD por unos 36 Millones de euros, incluidos unos 14 Millones para sanear la deuda acumulada por el Club blanquiazul. Al hacerse efectiva la operación de compra, cesó el mandato de Fernando Sanz dejando el poder y mando del Málaga C.F. al nuevo propietario y Presidente: el Jeque Al-Thani.