Capitán América

"No importa lo que suceda mañana, prométeme una sola cosa, que te quedarás donde estás. No como un soldado perfecto, sino como un buen hombre."

 

. No como un soldado perfecto, sino como un buen hombre."
Steve Rogers, Capitán América.

¿Se encuentran nuestros valores actuales pasados de moda?

Ahora tenemos la respuesta a la pregunta: ¿Qué pasará con Estados Unidos si los estadounidenses pierden la fe en Dios, y en el país como lo hicieron los europeos después de la Primera Guerra Mundial?

El progresismo de moda, está altamente cualificado para tratar de poner en tela de juicio nuestros valores conservadores, quieren intimidar y avergonzar a todos aquellos que defendemos virtudes y conductas de antaño, de manera que puedan ser reemplazadas, por el silencio y la desidia. En esta época de valores difusos, poco apropiados y de carácter libertino, solo un hombre puede quitarnos la venda de los ojos, estoy hablando de Steve Rogers, el Capitán América. Un jovenzuelo reclutado para hacer respetar los valores de una sociedad libre como la de los Estados Unidos de América, con una combinación de colores que representa la bandera de EE.UU. azul, blanco y rojo con la inclusión de las estrellas y barras.

Nuestro superhéroe apareció por primera vez en 1941, a mitad de la Segunda Guerra Mundial, especialmente como propaganda, justo cuando los jóvenes de medio mundo combatían contra las fuerzas nazis. Fue creado por Joe Simon y Jack Kirby, dos grandes ilustradores de tiras cómicas. Diseñado como un supersoldado patriota que pelaba contra las fuerzas nazis. Rápidamente se convirtió en el héroe por excelencia de muchos. Con el paso del tiempo, en 1964 Marvel rescato a nuestro Capitán para reconvertirlo en el actual que todos conocemos a día de hoy a través de sus películas.

Es cierto que las épocas cambian y con ello el contexto social en el que vivimos, pero, ¿significa esto, que las normas bajo las cuales hemos convivido durante decenios han de ser borradas, para aplicar un libertinaje relativista de todo a cien? Las mismas virtudes de aquellos héroes legendarios de la época de Homero, son las mismas que identificamos en los héroes actuales, entonces ¿ por qué cambiar? Hay algo en el Capitán América que hace que las masas sigan asistiendo a las salas de cine, que se descarguen sus películas y las disfruten en familia, solos o en compañía de un grupo de amigos, y es que al final de cada filme, triunfará el bien.

Capitán América tiene un código moral supuestamente pasado de moda, pero es el mismo código moral que necesitamos ahora como antaño, valores como el honor, la integridad o el coraje. Está decidido a hacer el bien, y actúa en consecuencia. Ahora bien, Steve Rogers, va más allá del personaje que encarna al Capitán América, ya que es más que un soldado con una bandera de Estados Unidos, es un constante crítico con su gobierno y sus políticas gubernamentales, cuando estas han entrado en contradicción con sus ideales que defiende. Vinculado a la situación sociopolítica en cada momento, lo vemos en la Segunda Gran Guerra contra los nazis, en la década de los cincuenta, entra en acción contra el imperio comunista. En los años sesenta y tras una breve crisis identitaria redefine su situación y se coloca en la lucha activa por los derechos civiles y los movimientos de discriminación racial. Siempre activo, siempre reajustando su personalidad sin cambiar sus ideales de protección, servicio a unos ideales que van más allá de la bandera que representa.

Vivimos tiempos de un peligro real, tras haber acabado con el nazismo, el fascismo y el comunismo, volvemos a estar expuestos al nuevo totalitarismo de la globalización. Podríamos estar hablando de que estos logros han podido llegar a su fin. Hasta la Primera Guerra Mundial, las creencias principales que daban sentido a la vida, tanto a nivel nacional como personal, eran las religiones judeocristianas y el patriotismo. Lo que dio a la gente una guía moral fueron los valores judeocristianos. Para la mayoría de los europeos de la generación más joven, la Primera Guerra Mundial, con su aparentemente insensata matanza de millones, acabó con la fe en el cristianismo y, en muchos casos, acabó con la fe de la gente en sus naciones. Dios fue considerado ausente; la religión se consideró innecesaria; y la identidad nacional se consideró en general una causa de la guerra. Eso dejó un vacío que casi de inmediato fue llenado por el comunismo, el fascismo y el nazismo.

¿Habremos vuelto a tiempos peores? “No tenemos otra opción. Así que luchamos y ganamos. No hay más opciones”.

Arthur Charlan / 12-04-2022

UNETE



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