Un comportamiento cívico acorde al siglo XXI.

Un comportamiento cívico acorde al siglo 21, es principalmente el respeto. Y el valor moral y ético del ser humano en sociedad, considerando sus relaciones interpersonales, sean este, en lo social, cultural, religioso, legal, político u otros.

 

. Y el valor moral y ético del ser humano en sociedad, considerando sus relaciones interpersonales, sean este, en lo social, cultural, religioso, legal, político u otros.
Dicha actitud obedece a normas de comportamiento que debieran instruirse desde temprana edad, con respeto y consideración hacia sus superiores, actitud que abre muchas puertas y cierra otras como la intolerancia.

Un filósofo alemán ( Habermas) señalaba que un entendimiento esencial dentro del ámbito de la comunicación entre sujetos es esencial para una convivencia sana y pacífica en una sociedad. Esta calidad moral positiva exige comprensión en la manera de pensar y actuar de la otra persona, fomentando de este modo un ciudadano tolerante y con capacidad de resolver problemas en sus semejantes de manera reflexiva, pero, no por eso firme y decidida.

El respeto a la autoridad es un principio básico para que sus habitantes puedan convivir bajo un sistema de justicia, solidaridad, paz y entendimiento, ideal que la sociedad Chilena viene clamando hace muchos años.

Existen diferentes tipos de autoridad, siendo éstas formal o de superioridad de acuerdo con su jerarquía moral, otorgada por cualidades de un líder con base en su experiencia y características Morales, por una tradición o costumbre carismática que nace debido a que fomenta admiración y respeto. E inconsciente, poco coherente, que no siguen normas de comportamiento, sino su propio interés, a todos ellos les debemos respeto, y a estos últimos además la debida observancia de la sociedad civil y recurrir ante los canales administrativos, judiciales o políticos en caso causen grave daño al país, a un grupo de personas o a un individuo, canales propiciados por nuestro Estado de Derecho.

En Chile parece ser que las familias no corrigen a sus hijos, niegan que sus profesores traten de formarlos en valores aduciendo los derechos que les permiten denunciarlos a los alumnos o alumnas sin razón, incluso son o pueden llegar a ser violentos frente a sus educadores.

Desde la crisis social del mes de octubre de 2019 hasta los últimos hechos conocidos respecto del descrédito con fuertes epítetos y dichos misóginos desde ciudadanos a pie como también de conocidos personajes de la clase política hacia autoridades de turno sea por redes sociales y la prensa,  hace pensar que, es de suma urgencia reforzar desde las escuelas, colegios y liceos las clases de Educación Cívica y una Educación centrada en la Unidad Nacional, como del mismo modo denunciar estos comportamientos violentos y darlos a conocer como malos ejemplos a la opinión pública.

UNETE



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