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Y a los buenos días, gentecilla de las redes. Esta semana ha sido San Valentín, así que hoy os traigo una canción llamada <<El amor>>. A esta le voy a sacar pocas pegas, ya os lo aviso, porque es de 2011 (relativamente moderna) y de Ricardo Arjona (un señor que usa justo el tipo de lenguaje que a mí me mola). Os presento la letra con los comentarios integrados.
El amor tiene firma de autor en las causas perdidas. Inconveniente.El amor siempre empieza soñando y termina en insomnio. Cambiante.Es un acto profundo de fe que huele a mentira. Peligroso.El amor baila al son que le toquen, sea Dios o el demonio. Indomable.El amor es la guerra perdida entre el sexo y la risa. Amén, hermano.Es la llave con que abres el grifo del agua en los ojos. Para bien y para mal.Es el tiempo más lento del mundo cuando va deprisa. ¡Y sí!El amor se abre paso despacio, no importa el cerrojo. Incontrolable.El amor es la arrogancia de aferrarse a lo imposible,es buscar en otra parte lo que no encuentras en ti. Insano.El amor es un ingrato que te eleva por un rato y te desploma porque sí. Inestable.El amor es dos en uno, que al final no son ninguno y se acostumbran a mentir. Contradictorio.El amor es la belleza que se nutre de tristeza y, al final, siempre se va. Trágico.El amor casi siempre es mejor cuando está en otra parte. Agotador.Luce bien en novelas que venden finales perfectos. Casi utópico.No te vayas, amor; que, aunque duelas, no quiero dejarte. Desestabilizante.Si eres siempre un error, ¿por qué nunca se ven tus defectos? Embaucador.Puede ser que lo que juzgo sea otra cosa, no lo sé…Que a mi suerte le ha tocado el impostor, tampoco sé… Confuso.Joder, cuántas cosas, ¿no? Y las que no se han dicho. Y la mayoría, poco edificantes. Quiero decir… qué contraproducente todo, ¿verdad? ¿Es realmente así el amor? Yo diría que, en parte, sí. El sentimiento en sí mismo es difícil de controlar, por no decir imposible. Pero siempre podemos decidir qué hacer con él, eso está claro. Aunque, en algunos casos, no es tan fácil.A pesar de que, a estas alturas, ya habréis deducido que soy bastante romántica, también debéis saber que soy una mujer de ciencia; aunque parezca más de letras, pero es que yo siempre fui muy purista y ahora me estoy quitando, en la variedad está el gusto. Tenía en la carrera una asignatura llamada <<Bases neurofisiológicas de la conducta>>, impartida por siete profesores, cada uno con una profesión distinta (médicos, biólogos…). Y, como su nombre indica, explicaba el comportamiento humano a través de la química cerebral. Que también soy amiga de la psicología, pero que no está solita en el mundo.La asignatura era tan sumamente interesante y estaba tan jodidamente bien explicada que una de mis mejores amigas faltaba a sus clases para venirse a las mías, no digo más. Y resulta que, al final, el amor, como yo siempre presentí, es química. Otra cosa son las relaciones que se construyen sobre ese amor, eso sí es sentimiento y psicología.A eso me refiero cuando digo que el sentimiento es incontrolable. Y lo creo tan firmemente que ya lo he comentado en más de una ocasión. El amor se siente o no se siente, porque no es objetivo, es un megamix de sustancias químicas. Y eso trata de explicarnos aquí mi amigo Arjona, en una visión quizás un poco pesimista de más; sobre todo, por eso de que, al final, siempre se va. Hombre, siempre siempre, tampoco; aunque cada vez más. Pero, como dijo aquel, qué asco más rico…Para mí lo importante es que te hace vivir porque yo prefiero estar triste a no estar; perder a no haber tenido; vivir a sobrevivir; sentir, aunque, a ratos, duela.Buenos y amorosos días.