Los recipientes de plástico para alimentos son una bendición y una perdición, ambos en uno son convenientes porque uno puede empacar fácilmente alimentos frescos y sobras en ellos para llevar almuerzos o cenas empacados y/o congelarlos para su uso posterior. Sin embargo, limpiar los recipientes de plástico para alimentos puede ser una molestia, especialmente si la comida que llevaban está grasosa o tiene un aroma fuerte.