Las declaraciones del Ministro de Consumo, Alberto Garzón, al rotativo británico The Guardian, en las que destacaba la mala calidad de la carne procedente de las explotaciones ganaderas intensivas, macrogranjas, y su repercusión negativa en el medio ambiente, han provocado una encendida polémica. Aunque las palabras del ministro proceden de una entrevista concedida al rotativo británico el pasado mes de diciembre, es ahora, en plena precampaña de las elecciones de Castilla-León, cuando están marcando la agenda política. El Partido Popular está utilizando lo manifestado por Garzón para sacarle rédito electoral al presentarlo como un ataque al sector ganadero en general. En el marco de esta estrategia de los populares se ignora que el ministro sólo se refirió en sus críticas a las grandes explotaciones ganaderas de carácter intensivo, y no a la carne procedente de la agricultura extensiva, es decir de pequeñas granjas de carácter familiar. Así lo expresó Alberto Garzón en la citada entrevista: “La agricultura extensiva es una forma de ganadería ambientalmente sostenible y que tiene mucho peso en zonas de España como Asturias, partes de Castilla y León, Andalucía y Extremadura”.