Reseña "La mirada vaciada" de Paqui Bernal

Los inicios casi nunca resultan fáciles; sin embargo, Paqui Bernal nos ha regalado una “Mirada vaciada” cuya lectura resulta verdaderamente atractiva. Con elementos del thriller y de la novela erótica, la autora realiza una cuidada introspección en el proceso de alienación del protagonista, del vaciado de su alma “como si una mano invisible le quitara la vida”.

 

. Con elementos del thriller y de la novela erótica, la autora realiza una cuidada introspección en el proceso de alienación del protagonista, del vaciado de su alma “como si una mano invisible le quitara la vida”.
Lo que inicialmente parece una típica historia de enamoramiento juvenil comienza a complicarse desde las primeras páginas y rápidamente nos adentramos en el progresivo sometimiento de Pablo (un joven estudiante barcelonés de informática) por parte de Sameentha (atractiva estudiante angloíndia) ante la preocupación de Emma, madre del protagonista.

Y aquí, otro de los grandes aciertos de la autora, dar voz narrativa a estos tres personajes, que alternan su visión de los hechos a lo largo de los diferentes capítulos, lo que dota al relato de ritmo y vitalidad. Ninguno de ellos (Pablo, Sameentha, madre) posee una visión total de los acontecimientos, no se ubica por encima de ellos, sino que se involucra. Al renunciar al clásico narrador omnisciente, Paqui Bernal hace al lector participe del proceso creativo y logra una tensión que se va acentuando hasta llegar al clímax.

Sin duda, un elemento muy importante del relato son las escenas de sexo entre los protagonistas. Las prácticas sexuales van subiendo de tono a medida que avanza la relación y nos muestran la espiral de obsesión en la relación entre Sameentha y Pablo. El sexo se convierte en un elemento de poder, el camino hacia el sometimiento y la humillación.

Un año pasa vertiginoso por las 215 páginas que dura la historia, con las fiestas de la Mercé¨ como marca en el calendario, y en ese tiempo viajamos por Barcelona, Bristol, pero, especialmente, un viaje iniciático a la India.

Si nos hacemos eco del tópico literario “prodesse et delectare” (enseñar deleitando), Paqui Bernal nos lleva a plantearnos varias cuestiones.

Por un lado, si hasta ahora la literatura nos ha ofrecido multitud de ejemplos de la dominación masculina y algunas novelas de reciente éxito dejaban patente hasta qué punto hemos normalizado esas relaciones de sumisión, pocas han explorado el mundo del FemDom. Sameentha aspira a ser la dueña de Pablo, dueña de sus emociones, de sus pensamientos, de sus deseos, de sus necesidades, de su cuerpo y de su mente.

Por otro, nos invita a reflexionar sobre los límites de la paternidad. Emma rebusca entre las cosas de su hijo, sigue sus contactos e incluso llega al extremo de realizar alguna práctica de hechicería.

En definitiva, una interesante propuesta literaria con la que Paqui Bernal ha entrado pisando fuerte en la narrativa contemporánea.

Mar Calderón

Profesora de Literatura Española

UNETE



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