Ayer se murió un poetaya nos quedan solo algunos,entre ellos Martín Urieta¡como sus versos ningunos! Del bien forjado en Huetamode su amado Michoacán,quien del bolero es el amograto musical sultán. Ya que pone sentimientocon su martillo es Dios Martelanzando su estilo al vientocual artístico estandarte. Martín de padre es Urietapor su madre es Solano,anda con el alma inquietaen el “feeling” busca hermano. De pequeño, a los quince años,compuso primeras odas,coplas, tonos aledaños,febril imponiendo modas. Surgió el especial talentoque incrementó con el tiempollegando sutil con tientoy sin algún contratiempo. A ser gran Señor que escribe al amoral ritmo de su corazón,todo un Maestro en fiel clamorque al crear nos da la razón. Así, le inspira la vidacon alegría o triste llanto,en repertorio va heridao anécdota vuelta canto. Como en “Mujeres divinas”,por mucho su mejor creación,todas musas adivinasde su genial devoción. Convirtió “Paso a la reina”en pautado monumento,tal pieza tornó en virreinade melodioso ornamento. En “Urge” pulió su brillo,perpetuo será baluarteaunque por siempre sencillodel fino ranchero arte. Dicen que no canta . . . encantaexpresando su canciónde lo íntimo, en su garganta,compungida adoración. Su voz es letra dolidaque sufre frágil, pausada,vibra tenue redimidale sale queda, quebrada. Así que por eso y también por Dios,como en cántico se diríacon rúbrica de “Aquí entre nos”les transmito mi osadía. Pues, “Qué de raro tiene”si cual “Bohemio de afición”brota leal, no se contiene,esta mi composición. Ya que, gracias al Creador,en fin, para nuestra suerteel virtuoso sensible autoraquí se encuentra presente. Autor: Lic. Gonzalo Ramos ArandaMéxico, Distrito Federal, a 03 de diciembre del 2007Reg. SEP Indautor No. 03-2008-071113112400-14