Reseña "Poemas enjaulados" de Mahvsh Sábet

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Reseña literaria: Poemas enjaulados de Mahvash Sábet. Colección La Cruz del Sur.  Editorial Pre-textos.

Reseña realizada por Marta Yolanda Aguirre.

Agradezco a la Comunidad Bahá’i de Alicante por invitarme como representante de Amnistía Internacional a la presentación del libro “Poemas enjaulados” escritos por Mahvash Sábet. Nada sabía de la autora entonces, sin embargo, tras aquel encuentro descubrí en su obra una profundidad inesperada y me vi forzada a darla a conocer.

Mahvash nació en el año 1953, en la provincia iraní de Ardestan. Era todavía niña cuando su familia se trasladó a Teherán donde pudo realizar sus estudios. Se licenció en psicología y trabajó estrechamente con el Comité Nacional de Alfabetización de Irán. Fue expulsada de ese cargo cuando la Revolución Islámica tomó el poder y comenzó la persecución a miembros de la Comunidad Bahá’i.

En marzo del año 2008, fue arrestada junto a otros seis compañeros, todos directivos de la Asamblea Bahá’i, siendo su único “delito” el profesar una religión diferente a la promovida por el Estado. Fueron condenados a veinte años de prisión por espionaje en favor de países enemigos. Esta condena, más tarde, fue reducida a diez años debido a la presión internacional.

En un ambiente de torturas físicas y psicológicas, Mahvash comenzó a escribir su poemario. Setenta y dos versos escritos en pequeñas servilletas de papel, que lograron evadirse de los muros de la cárcel por intermedio de las escasas visitas familiares permitidas. Luego llegarían a las manos de la novelista británica-iraní Nakhjavani, quien los  tradujo al inglés.

La lectura de los versos  logró despertar el interés del editor George Ronald, quien decidió publicarlos en el año 2017. Inmediatamente, la valía del poemario fue reconocida por el jurado que lo galardonó con el premio PEN Internacional.

El poemario, ya traducido a siete idiomas, ha sido publicado en España en formato bilingüe con los versos en la lengua original de la autora, el farsi. El Prólogo es autoría de uno de sus cuatro abogados, Mahnaz Parakand, miembro del Centro de Defensores de Derechos Humanos y el Prefacio pertenece a las dos traductoras al castellano, Ryma Sheermohamadi y Amaya Blanco.

Los oemas reflejan las experiencias internas, místicas, de Mahvash, revelan sus penurias y el vuelo de su espíritu hacia dimensiones sin fronteras.

Al leer el poema Sin espacios, del Capítulo Diario de la cárcel, me conmueve imaginarla en una pequeña celda hacinada con otras presas, situación que Mahvash resuelve con imágenes introspectivas:

Sin espacios

rodilla con rodilla, los ojos frente a frente

libres de lo que fue y lo que será.

Escudriñamos en esos espejos

colmados de impurezas

intentando encontrar

entre la superficie mancillada

el punto más brillante

donde el sol resplandece eternamente.

 

En El sentir del mar resuena su amarga rebeldía frente a la injusticia:

“es muy sombrío el camino entre el techo y estas cuatro paredes,

afuera, tan claro el cielo azul con las olas y el viento. ¡Qué mar de regocijo!

Que cruel fue aquel juez.

Ahí tienen veinte años para sentarse a esperar la libertad”,

 

la sentencia suelta la dolorosa reflexión,

 “Juventud. ¿A dónde has ido? ¡Ay!, ¿cuándo volveré a casa?”

 que es resuelta con… “ya no ansío el hogar, mi libertad no servirá de excusa”

 

 En el capítulo Plegarias en la cárcel el poema Días nublados refleja la humildad de la autora en su diálogo con el Amado:

“pese a que aborrezco el tedio de los días cubiertos por las nubes, no voy a suplicar yo por días de sol”,

 

para concluir diciendo,

“tengo que intentar conseguir leer detrás de estas nubes y esperar con paciencia los destellos del sol inevitable”.

 

 En otro verso, Prisionera solitaria, del Capítulo Retratos de la cárcel, vuelca su dolor:

“arrancaron tu casa y la borraron del mapa

tu alma fue azotada y golpeada

y después de vivir en agonía

tu copa de tristeza se ha colmado hasta el borde de la amargura.

 

 Como ser humano enfrentada al dolor y sometida al martirio con el objetivo de que abandone sus creencias, Mahvash es un claro ejemplo de resiliencia; los malos tratos no lograron quebrar su espíritu, como lo expresa en su Anhelo de volar del capítulo Cavilaciones carcelarias:

“Algo hay dentro de ti colmado de pureza y lozanía que hierve y se desborda,

el sol te está llamando, ¡elévate a su esfera!”.

 

 Mahvash, asentada en su fe, en su amor por su Bien amado logró traspasar las pruebas y dificultades que la vida le puso en su camino y dejar su legado a todo aquel que vibre con la música de un corazón amante.

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