El secreto a voces
se ha hecho noticia: el PP eliminará las televisiones autonómicas. Pues va ser
que no. Cambiará sí la ley que las creo para que cada gobierno regional decida
eliminar o privatizar la que de él depende. ¡Ah! Eso quiere decir que Cataluña
o el País Vasco se van a quedar sin los canales que emiten en idioma propio por
decisión de Convergencia y Unión y el Partido Socialista de Euskadi ¿se lo
creen? Vamos más allá, Galicia, Baleares y Valencia, con Gobiernos del Partido
Popular, decidirían que sus ciudadanos se queden sin un medio de comunicación que
sí seguirán teniendo los que he nombrado primero. ¿Y esto? ¿se lo creen?
Quedan, claro, el resto de las
autonomías de España que, al no tener un idioma distinto del castellano,
renunciarán a difundir por televisión su cultura, costumbres, historia, proyectos
de futuro, y un largo etcétera. Pregunta ¿Quién será el líder regional
dispuesto a tomar esa decisión? Javier Arenas, que se ve ya como presidente in
péctore de Andalucía, ha dicho que naranjas de la China. Más probable veo yo a
esa lideresa madrileña, liberal y austera a más no poder como ha demostrado en TELEMADRID;
ahí sí que tendrán esperanzas de pillar negocio empresas privadas… bueno al
menos las de cierto sector, justo el mismo que obtuvo las licencias para crear
canales privados en esa comunidad y que dos años después han cerrado, vendido,
reconvertido en tele-tienda, o andan paseando el cepillo para recoger el óbolo
de sus fieles. ¡Pobres! Eran tantas y predicaban lo mismo, que se han tenido
que repartir los poco numeroso feligreses, y así no salen las cuentas. Otra
presidenta, también liberal, también austera –al menos para los sueldos de los
demás- se muestra favorable a deshacerse del gasto que supone su televisión
pública. El empeño, sin embargo, no es fácil. ¿Qué empresa privada dará
cobertura a lo que ocurra en la extensa región, poblada por poco más de dos
millones de personas? A la hora de costes e ingresos quizás caigan en detalles
como que en la provincia de Ciudad Real caben tres Países Vascos por extensión pero diez veces menos
individuos\clientes.
Me voy a dejar de
singularidades para retornar a la idea que justifica el anuncio de esta
semana\secreto a voces de los últimos años. Las televisiones públicas suponen
un tremendo gasto para las autonomías, están mal gestionadas, y solo sirven
para hacer propaganda del gobierno de turno. Segunda idea: Con la crisis que
tenemos no vamos a gastar recursos que podrían ir a la creación de empleo en mantener
esas televisiones.
Voy con la primera idea que
se puede reformular así: Si algo está lleno de defectos, lo mejor es
eliminarlo. La cosa tiene tradición desde que en la antigua Esparta se
arrojaran desde lo más alto del monte Taigeto a los que nacían con defectos
físicos evidentes: tullidos, ciegos, o malformados. Claro que siempre es más rápido,
y menos costoso sanitariamente, amputar que curar. Crear órganos internos de
gestión y control para hacer con los medios justos una auténtica televisión pública es un lio que,
además, deja fuera del negocio a productoras externas que siempre nos han tratado
bien cuando echamos mano de ellas para los mítines y las campañas. Copiar a Televisión
España y que los periodistas hagan los telediarios con criterios profesionales
conduce a que, cuando queramos saber que van a contar antes de que lo emitan,
nos llamen censores.
Segunda idea-fuerza: Crisis,
recursos para luchar contra el paro, etc. Opción 1: cerrar esas costosas
radio-televisiones supone, en cumplimiento de las leyes, indemnizar a varios
miles de trabajadores con una antigüedad media de quince años, lo que supone
sus sueldo bruto de dos años. Ese es un pago inaplazable de muchos millones de
euros. A continuación esos miles de trabajadores tienen derecho a la prestación
por desempleo durante 720 días. ¿De dónde sale ese dinero? Es obvio que de los impuestos
que pagamos. Para completar la ruinosa operación, engrosamos las listas del
paro con la desaparición de diez mil empleos directos aproximadamente. La segunda opción es privatizar, que las actuales
empresas, con sus deudas y plantillas, pasen a manos privadas. En ese caso, ¿de
verdad hay empresarios privados dispuestos a asumir las deudas de TELEMADRID o
la valenciana CANAL 9? ¿No será más cierto que, antes de vender, los gobiernos
respectivos tendrán que liquidar la deuda a costa de los contribuyentes? ¿De
verdad los actuales empresarios que claman por los despidos baratos, están
dispuestos a recoger plantillas con derechos laborales que no se parecen en
nada a lo que las patronales piden?
Conclusión. El
anuncio\secreto a voces va a generar
españoles con televisión pública autonómica, y españoles sin ese derecho. ¿Dónde
ha ido el denostado y popular café para todos? ¿Dónde el precepto
constitucional “Los españoles son iguales ente la ley con independencia de su
lugar de nacimiento, etcétera, etcétera”.