Dice la Wikipedia: “Chester Bomar Himes (Jefferson City,
Missouri, Estados Unidos de América; 29 de julio de 1909 – Moraira, Alicante,
España; 12 de noviembre de 1984) fue un escritor afroamericano, conocido sobre
todo por sus novelas de serie negra, aunque también practicó otros géneros.”
Como resumen está bien, pero habrá que convenir que Chester
Himes fue mucho más que eso, en primer lugar fue el primer autor negro que
escribió, o al menos publicó, género negro, hasta ese momento habían existido
protagonistas negros en el género, pero ningún autor de esa raza había escrito
novela negra. Tampoco parecía que ese iba a ser el camino que tomaría nuestro
autor, que tras ingresar en prisión con una condena de veinte años en el año
1928, comenzó a escribir relatos cortos y a publicarlos en revistas. El primero
de esos cuentos apareció en 1934. Un año después es puesto en libertad,
desempeña varios trabajos, pero sigue escribiendo hasta que en 1945 publica su
primera novela “Si grita, déjalo ir”, con la que obtiene un éxito muy
considerable y le permite dedicarse a la literatura.
Y digo que no parecía que la novela negra fuera a ser su
camino, porque Himes como tantos autores de su raza centra sus relatos en los
problemas de los ciudadanos negros en los Estados Unidos. En su primera novela
Himes trata de tres temas principales, el racismo, los conflictos laborales de
los negros y los abusos policiacos y nos cuenta la historia oculta de los
trabajadores negros en la industria armamentística durante la segunda guerra
mundial. Sigue escribiendo con éxito, pero sus obras no aportan nada nuevo a la
“cuestión negra”.
Es en el año 1953, cuando Chester Himes, harto de soportar
el racismo decide abandonar los USA y se va a vivir a Francia y es allí donde,
aconsejado por Marcel Duhamel - su traductor al francés, que era también el
director de la Série Noire - decide introducir un toque criminal a su obra.
Rápidamente escribió “Por amor a Imabelle” que es el primer relato en el que
aparecen sus dos extraordinarios protagonistas: Coffin Ed Johnson y Grave Digger
Jones, que en España conocemos como Ataúd o Ataúdes Ed Johnson y Sepulturero
Jones, con los que va a lograr un éxito extraordinario. Dos policías negros, a
las órdenes de policías blancos que actúan en Harlem.
Para el autor de la serie, Harlem es una suerte de campo de
concentración del que no pueden escapar los negros, en esos relatos Himes
descarga su furia ante la injusticia que ha vivido en sus propias carnes,
aunque muchas veces la atenúa utilizando un lenguaje pleno de ironía, cinismo y
humor. Nos presenta una sociedad que vive entre la opresión, la miseria, el
hambre, la violencia, el alcohol, las drogas y la prostitución, y nos señala
que el peor enemigo de los negros son ellos mismos. Himes nos describe unas
escenas absolutamente surrealistas con un lenguaje rotundo y realista. Pero
huye, como el gato escaldado lo hace hasta del agua fría, de caer en el
maniqueísmo, no todos los negros son buenos, ni todos los blancos malos, lo que
siempre es malo es el sistema impuesto a los negros por el poder blanco.
El autor nos introduce en un mundo absolutamente
sorprendente y como ya he dicho con unos personajes esperpénticos perfectamente
construidos. Los primeros, los dos policías, Ataúdes y el Sepulturero pero hay
muchos más, ahí están las tres monjas negras, que en realidad son tres negros
que viven juntos disfrazados de mujer, una monja que dirige un burdel o un
ciego que aparenta no serlo y muchísimos más que adornan con su presencia el
escenario que nos relata el autor, sin olvidar al propio Harlem que se
constituye en un protagonista oscuro, bronco y temible, el barrio es otro de
los protagonistas principales de sus relatos
La mayoría de sus personajes, negros y blancos, destilan
violencia y maldad, sólo unos pocos son inocentes, entre ellos se encuentran
sus protagonistas, que defienden una justicia en la que no siempre creen.
Trabajan en el turno de noche de la comisaría de la calle 126, no han ascendido
a lo largo de los 12 años de servicio, a pesar de que han cumplido sobradamente
con su trabajo, sus jefes el capitán Brice y el teniente Anderson, ambos
blancos, no creen que deban ascender. Los dos policías persiguen solo a los
violentos y a los traficantes de droga que entienden son los que empujan a
muchos al mundo del robo, la violencia y la prostitución. Ignoran el papeleo,
las normas escritas e incluso las órdenes de sus superiores y utilizan métodos
muy expeditivos que muchas veces bordean la legalidad y son extraordinariamente
duros con los delincuentes.
Las novelas de Himes nos describen un mundo el que los
negros viven presos de dos odios, odian a los blancos que los condenan a la
pobreza y al hambre, pero también se odian a sí mismos y al resto de los negros
que viven en Harlem. A lo largo de los relatos se siente el resentimiento del
autor por esa sociedad blanca que oprime a su raza.
Iba a decir que son novelas que hay que leer, pero creo que
mejor que decir eso, que tampoco significa gran cosa voy a citar a Manuel
Vázquez Montalbán que decía: “Colores, olores, gesticulaciones, alimentos, ritos
componen un friso magistral que probablemente tenga un nivel de lectura
antropológico, pero que Chester Himes eleva a la categoría de la mejor
literatura mediante una posición moral melancólicamente humorística y un poder
de descripción y ritmo marcados por una secreta musicalidad”
Creo que como recomendación es bastante mejor que lo que a
mí se me pudiera ocurrir. Acogiéndome a la nada dudosa auctoritas de Vázquez
Montalbán les recomiendo la serie, son cinco novelas que han publicado en
España Bruguera, Akal, Grijalbo y RBA. Aquí les dejo los títulos:
Libros de Ataúd Ed Johnson y Sepulturero Jones
Por amor a Imabelle (For Love of Imabelle / A Rage in
Harlem, 1957)
La banda de los musulmanes / El jeque de Harlem (The Real
Cool Killers, 1959)
Un loco asesinato / El extraño asesinato (The Crazy Kill,
1959)
El gran sueño de oro (The Big Gold Dream, 1960)
Todos muertos (All Shot Up, 1960)
Algodón en Harlem (Cotton Comes to Harlem, 1965)
Empieza el calor / Cuando el calor arrecia / Cuando el calor
aprieta (The Heat's On / Come Back, Charleston Blue, 1966)
Un ciego con una pistola (Blind Man with a Pistol / Hot Day
Hot Night, 1969)
Plan B (Plan B, 1993)
Hasta aquí hemos llegado, espero que, si Dios quiere,
volvamos a encontrarnos aquí el próximo viernes. Cuídense mucho.