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Carlos Felipe Córdoba, Contralor General de la República,
manifestó en el XV Encuentro de
la Jurisdicción Constitucional que son cerca de COP$50 billones al año que se van
en el país por causa de actos de corrupción. Para ponernos en contexto: el Presupuesto General de la Nación (PGN) para el año 2020
fue de COP$271.7 billones, por tanto, el dinero que se pierde por corrupción
equivaldría aproximadamente al 18.4 % del PGN o al 4 % del PIB anual
de 2019, superando los recursos
destinados para inclusión social y alimentación, transporte, minas y energía,
vivienda, ciudad y territorio, agricultura y desarrollo rural y tecnologías de
la información y las comunicaciones, sectores que en conjunto suman COP$33.4
billones (COP$2 billones menos que el presupuesto para Defensa y Policía).
Además, con esos COP$50 billones se podrían construir alrededor de 107
hospitales como el proyectado Hospital Santa Clara, el cual beneficiaría a más de 360 mil personas. De este
modo, estaríamos hablando de beneficios de salud para más de 38 millones de
colombianos, es decir, cerca del 77 % de la población nacional.
Por otro lado, la perspectiva internacional no es
más favorable. El reciente informe de Transparencia Internacional (TI) titulado
Corruption Perceptions Index 2020 que mide de 0 a 100 los niveles percibidos de corrupción en
el sector público en 180 países/territorios de todo el mundo, manifiesta que en el 2020 no hubo mayores
avances en temas de combatir la corrupción, de hecho, indica que una
concentración alarmante de poder en la rama ejecutiva de países como Colombia y
El Salvador ha contribuido a una explosión de irregularidades y casos de
corrupción vinculados a las contrataciones públicas relacionadas con la
pandemia. Prueba de ello es que en junio del año pasado, la Procuraduría
exponía públicamente en el Boletín 366 que adelantaba 813 procesos disciplinarios en 27
gobernaciones y 396 alcaldías por presuntas irregularidades con los recursos
para atender la emergencia sanitaria por COVID-19. Encima, en el Segundo Informe de Seguimiento de la Acción Pública del
Gobierno Nacional en Materia Anticorrupción se resaltan acciones preocupantes entre las que surgen decisiones como
incorporar en cargos del poder Ejecutivo a personas asociadas a partidos de
gobierno y la nominación y posterior elección de personas muy cercanas al
Presidente de la República en los cargos de Fiscal General de la Nación,
Procuradora General de la Nación y Defensor del Pueblo. Eventualmente, con
dudosas acciones gubernamentales, no sorprende que Colombia no haya manifestado
avances significativos en el ranking durante la última década, oscilando desde
2012 entre 36 y 39 puntos, lo que ha mantenido al país en constante zozobra
internacional. Cabe destacar que una puntuación por debajo de 50 indica niveles
de corrupción alarmantes en el sector público de una nación y que de los
países de la OCDE presentes en el estudio, Colombia ocupa el penúltimo
puesto, superando únicamente a México.Delia Ferreira Rubio, presidenta de Transparencia Internacional,
expresó en el resumen
global CPI2020: "La COVID-19 no es
solo una crisis sanitaria y económica: es una crisis de corrupción. Y de
momento no la estamos superando". Si bien ha existido un avance ínfimo
-pero un avance al fin y al cabo- es necesaria la incorporación masiva de nuevas
tecnologías como inteligencia artificial o blockchain que faciliten el
seguimiento y control del gasto público así como la transparencia en los
procesos de contratación que brinden confianza a los ciudadanos. Asimismo, es
de gran importancia minimizar la normalización de actuaciones corruptas. Es muy
común ver la profunda resignación colectiva del “todos los políticos son
iguales”, esas conductas y pensamientos son el combustible idóneo para la
permanencia de la corrupción y deben ser erradicados de la cultura
latinoamericana. Vale la pena luchar para que una región tan extraordinaria sea
por fin el reflejo del ahínco de su gente y divise, más pronto que tarde,
un asomo de luz a través de la niebla."No me duelen las acciones de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena"- Martin Luther King