A finales de 2020 nos ponían la miel en los labios con la dichosa vacuna, que ya llegan, que tranquilos que ya veremos la luz al final del túnel, pues a día de hoy parece es una luz no se ve, la ciudadanía somos rehenes de la avaricia de unas compañías farmacéuticas que les interesa mas el beneficio económico que asumir la responsabilidad de salvar a la humanidad con sus antídotos contra esta terrible enfermedad del COVID-19.