Conversar
de salud mental es complejo, más en
estos tiempos cuando se afronta una
pandemia que encerró al mundo entero por
más de 8 meses, y que a hoy, no se ha podido retornar a la normalidad acostumbrada.
¿Desde
el campo organizacional, como se está manejando la salud mental de sus
empleados? No nos enfoquemos en este tiempo de pandemia, entendamos que el
bienestar y la salud mental están presentes en toda época del año en cualquier
contexto en el que se desenvuelva el ser humano.
La
psicología nació hace algo más de un siglo con un enfoque clínico y ha venido
interesándose casi exclusivamente en los malestares psicológicos de los
individuos Laca, Verdugo y Guzmán, (2005), muestran un interés plenamente justificado en
su objetivo principal: “el alivio”, y cuando es posible, la “cura” de estos
malestares psicológicos. En la psicología organizacional, por ejemplo, un
tópico como el síndrome de burnout, que tanta investigación y literatura ha
generado en las dos últimas décadas, Laca y Mejía, en revisión; Martínez, (2004).
Schaufeli, Maslach y Marek, (1993),
ejemplifica un enfoque clínico que pone el énfasis en el desajuste, la
inadaptación y sus patologías.
Autores
que nos han ido enseñando que hay que hablar de salud mental:
Según Freud la salud mental es
la capacidad de amar, de trabajar y de jugar, (1920).
Davini,
Gellon De Salluzzi, Rossi (1968). Nos
dicen: “Es el estado en que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus
funciones”
Sin
embargo, el concepto de salud mental, no
puede ser utilizado como único ni como uniforme, se le debe relacionar con los
aspectos individuales de cada persona, Davini, Gellon De Salluzzi, Rossi (1968).
Para la
Organización Mundial de la Salud (OMS) se define como “un estado de bienestar en el cual el
individuo es consciente de sus
propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera
y es capaz de hacer
una contribución a su comunidad”, es algo que va más allá de tener o no trastornos mentales. VV.AA. (2018) Organización mundial de la
salud.
Tener
paz y salud mental, no quiere decir que el ser humano carezca de problemas, en la cotidianeidad el
ser humano tendrá que batallar con eventos y sucesos que lo pueden afectar
temporalmente, pero no psicológicamente, claro ejemplo, un duelo por la pérdida
de un ser querido.
Basados
en lo anterior podemos definir, que
salud mental es el bienestar del ser humano, en todos los contextos que se
desenvuelve, social, familiar, laboral, educativo, económico, biológico, y
ambiental.
RIESGO PSICOSOCIAL
De
acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los riesgos
psicosociales son “aquellas características de las condiciones de trabajo que
afectan a la salud de las personas a través de mecanismos psicológicos y
fisiológicos. VV.AA.
(2017). Organización Internacional del trabajo.
El
Consejo de Administración de la OIT aprobó el 25 de marzo de 2010 una nueva
lista de enfermedades profesionales, en la que se incluyen por primera vez los
trastornos mentales y del comportamiento (epígrafe 2.4). Concretamente, el
punto 2.4.1., codifica al Trastorno de estrés postraumático (TEPT) tras
exposición a un estresor traumático en el trabajo, como puede ocurrir tras
accidentes graves y a consecuencia de experiencias de violencia grave, externa
o interna que ponen en peligro la vida o la integridad del trabajador.
Los
riesgos psicosociales perjudican la salud de los trabajadores y trabajadoras,
causando estrés y a largo plazo enfermedades cardiovasculares, respiratorias,
inmunitarias, gastrointestinales, dermatológicas, endocrinológicas, musculo
esqueléticas y mentales, esto sucede cuando no se trabaja con el empleado en el
cuidado de su salud mental, y su
bienestar.
La ley de prevención de riesgos laborales define las condiciones de trabajo como: “cualquier característica del mismo
que pueda tener una influencia significativa en la generación de riesgos para
la seguridad y salud del trabajador”. Dentro de dichas condiciones, son
habitualmente los factores
psicosociales del trabajo los que determinan la presencia o no de
posibles riesgos psicosociales y
por tanto, los que se relacionan en mayor medida con posibles problemas de
salud mental.
En
el Siglo XX, los empleados eran
considerados máquinas para producir, no se tenía en cuenta su bienestar, su
familia, su tiempo y mucho menos las enfermedades adquiridas dentro del
ejercicio de su labor. A raíz de esta situación se formaron las llamadas ARP,
(aseguradoras de riesgos profesionales) que tiempo después pasaría hacer
las ARL (aseguradora de riesgo laboral) y con ello los actuales beneficios que
muchos empleados tienen ante una enfermedad laboral. Pucci (2008).
El
ser humano siempre está expuesto a sufrir alteraciones en su comportamiento, en
sus emociones, esto no quiere decir que padezca un trastorno mental, se
requiere de una evaluación clínica, para revelar un diagnóstico y su
tratamiento.
A
nivel organizacional el área de gestión humana es la encargada de velar por el
bienestar de sus empleados, ¿Pero realmente se está cumpliendo con esta labor?
Es
importante reflexionar esta pregunta y tener presente que si un empleado goza
de salud y paz mental, su labor la ejecutara mejor, dando como resultado
eficacia y eficiencia, minimizando el
Riesgopsicosocial, mediante campañas de responsabilidad social empresarial a
través del departamento de bienestar se puede llegar a realizar la prevención
de enfermedades asociadas con el trabajo, como estrés crónico, ansiedad,
depresión, y enfermedades físicas relacionadas con la salud mental.
Este
corto boletín informativo tiene como finalidad un llamado a los psicólogos
organizacionales, a que puedan entablar una relacional de empatía y armonía con sus empleados, que estos estén en la capacidad de contar con
sus empleadores en las diferentes circunstancias que se le presenten, pues el
lugar de trabajo es donde el sujeto pasa mas tiempo, digamos que se vuelve su
hogar adoptivo principal.