No
estaría de más que se devolviera a las arcas públicas el dinero del cutre y
falso ‘procés’, el de las rácanas embajadas catalanas…y, de paso, el de Gürtel,
EREs andaluces, sindicatos obreros…
¡Caramba con Marcela
Topor! Si alguien no conoce a este personaje amorfo, pero sumamente afortunado,
aclararé que es la esposa, compañera o barragana de Carles Puigdemont,
expresidente de la Generalidad catalana y fugado de la Justicia, aunque
presumiblemente no por mucho tiempo.
De momento ya le conocen
en Bruselas y hace unos días, coincidiendo con su intervención en el Pleno de
la Cámara, más del 95% de los eurodiputados de la misma abandonaron sus
escaños. Ni se le reconoce ni la cámara apoya su afán independentista. ¡El
ridículo de Puigdemont fue sonado como nunca antes lo había hecho un eurodiputado!
España ha dejado de
contar para Europa desde que la extrema izquierda comunista puso el pie en la
alfombra roja y se hizo casta corrompida y corrupta. El Gobierno español es
tratado como un trapo y su gestión del coronavirus ha sido calificada como “mediocre
e inepta”, así como propia de degenerados sin formación. Sépase que, al
titiritero, Iván Redondo, le ponen en Europa de ‘chupa de dómine’ por su
demostrada incultura, sus bravatas antimonárquicas, su miedo al comunismo
prochavista y su diario ridículo, lo que lleva a que Pedro Sánchez se estrelle
en cada uno de sus movimientos. Por cierto, esa expresión significa reprender a
una persona duramente, ponerla como un trapo, criticarla con saña, ponerla
verde, ponerla tibia, ponerla pingando, ponerla a caer de un burro, ponerla a
parir, ponerla a escurrir, dejarla sin inmacular… En mi tierra habría que añadir
eso de ‘ponerla de pelo conejo’ y algunas expresiones más.
Pero estábamos con la
periodista rumana, esposa de Puigdemont. Recuerden que se llegó a decir de Topor
que era algo así como nigromante, o bruja que convocaba a los espíritus y podíaintervenir en los
acontecimientos su entorno y del más allá. Incluso, Estrabón hablaba de la nigromancia como una forma de adivinación que
se practicaba en los pueblos de Persia y entre los caldeos, etruscos, sumerios
y babilonios. En pocas palabras: hablamos de una forma de invocación a los
muertos. ¡Madre mía! ¡Y yo con estos pelos!
El
caso es que la tal Marcela Topor lleva robando a los catalanes desde que la
Diputación Condal le encomendó el programa sin audiencia que ahora presenta. Según
mis datos, el programa tiene un coste de
334.000€, con el agravante de que sólo lo ven unas 11.000 personas. Está claro
que eso de ser “la señora de…” todavía se lleva, a pesar del esfuerzo de los
españoles en general y de los catalanes en particular. Este tipo de enchufismos
estaban desapareciendo hasta que se creó el Ministerio de Igual-Da de la vocinglera,
asalvajada, chillona y analfabeta “marquesita” de Galapagar, capaz de confundir
igualdad con equidad. ¡Manda huevos!
Ha
tenido que ser el portavoz de Ciudadanos en la Diputación de Barcelona quien coja
al toro por los cuernos o al presidente por los…estatutos para que se conozca
el caso que, hasta ahora, conocíamos tres y el del bombo. Sí, sí, Salvador
Tovar, portavoz de C´s lo ha denunciado en la sesión telemática del Pleno y ha
reclamado "que se rescinda el contrato porque los datos no justifican el
coste".
Después se supo que los
datos estaban trucados y que lo veían muchos menos pues las cuentas decían que
para que salieran esos datos “once mil personas tenían que ver el programa once
veces cada uno”. No sé si el Conde de Romanones hubiera soportado esta
calamidad de programa y de comportamiento o hubiera explotado con aquello de “¡Joder,
qué tropa!”. ¿Ven ahora cómo Cataluña nos roba de mil maneras y debe al Estado español
alrededor de 87 mil millones de euros? Ese es un dinero que se ha quitado de
las necesidades de otras comunidades autónomas. ¿Por qué Cataluña sigue robando
al Estado español? ¿Lo devolverá? Lo dudo. Sólo puede hacerlo en algaradas,
violencia y provocaciones.
Leo en una revista que
cada semana se desplazaba la señora desde Gerona, lugar donde vive, a Barcelona
para grabar el programa. Un restaurante -- en plena pandemia y con todos
restaurantes cerrados-- abría a su plena disposición y allí aprovechaba a
grabar el programa. Ese restaurante es el “Artte” de la calle barcelonesa
Muntaner. Hace meses que se inició el boicot nacional a ese establecimiento,
por incumplir las normas y favorecer el golpismo indirecto.
No hay duda que antes se
recurría al conocido y denunciado 3%. Ahora han sofisticado algo más las cosas.
Se ha llegado a decir que “el programa es una castaña”; es decir, que es malo
de solemnidad, pero el objetivo es cubrir los gastos del marido en Waterloo
porque los golpistas e independentistas ya se han hartado de poner dinero y defender
una causa indefendible por ser causa perdida.
No hay duda
que San Martín es un santo que llega siempre a todo el mundo. Ayer me decía un
catalán de pura cepa: “A ver cuándo llega el San Martín a todos estos enchufados
del “procés” y se investiga dónde, cómo, por quién y en qué se dilapida dinero
público” No estaría de más que se devolviera a las arcas públicas el dinero del
cutre y falso proceso, el de las ‘embajadas’ catalanas…y, de paso, el de
Gürtel, EREs andaluces, subvenciones a sindicatos UGT y CC.OO. andaluces,
dinero empleado por los socialistas en los ‘putis’ de Andalucía, negligentes
desviaciones de dinero público en las primeras remesas de material sanitario
defectuoso… ¡Ya está bien de enchufados, mangantes, aprovechados y ladrones!
Parece que la
presunta y advenediza periodista no arriesga nada porque sale todo de donde
sale. Siempre acabarán diciendo que los españoles roban a la catalanidad.
También se quejan de que Madrid paga muchos menos impuestos que Cataluña, pero
es que Madrid no paga ningún programa a esposas, queridas, compañeras o barraganas
de políticos fugados de la Justicia e instigadores de golpismo.
¿Por qué
tenemos que pagarles las queridas y el fulaneo a los políticos? Pablo Iglesias
nos coloca a tres que se sepa, serán más…y todas chupan de la canoa estatal. Pedro
Sánchez pone a su ‘costilla’ a trabajar con el judío, George Soros. Ada Colau coloca
a su marido o barragán para chupar sin límite. Íñigo Errejón propone a su padre
jubilado para otros cometidos. La mayoría de altos cargos de Unidas Podemos
tienen a su ‘contrario’ o ‘contraria’ en otro alto cargo. A ver si al menos la
pandemia arregla este tipo de desaguisados.