. Con procedencia Griega, el teatro es definido por la RAE como el arte de componer y representar obras dramáticas y comedias.
Durante la larga trayectoria que tiene, este arte escénico ha aportado, y sigue haciéndolo, grandes beneficios para aquellos que lo practican, tanto intérpretes como espectadores. Entre dichos beneficios podemos encontrar:
- Los relacionados con las emociones, entre los que destaca la risa, que es un buen ejercicio y además, ayuda a reducir el dolor.
- Por otra parte, también es importante el llanto que producen algunas obras teatrales, pues libera adrenalina y produce una agradable sensación de desahogo. Mejora las habilidades psicomotrices y las cognitivo-afectivas, sobre todo la memoria.
- Favorece la empatía, ayuda a vencer la timidez y hablar en público, mejora las relaciones sociales y refuerza la autoestima.
- También ayuda a tener la sensación de volver a jugar e imaginar, aportando magia, diversión y alegría.
Cuándo se habla de que los cursos de teatro son una muy buena actividad para que practiquen los niños, es una afirmación muy acertada. Esto es debido a que a ellos les aporta grandes valores, entre los que se encuentran aprender a respetar y convivir en grupo, disciplina y constancia en el trabajo y aprender a desenvolverse ante el público. Por otra parte también podemos destacar algunos otros beneficios del teatro infantil como son:- Les ayuda a reforzar la lectura, la literatura, el lenguaje, el arte y la historia.
- Aporta una mejora de su concentración, de su reflexión y del uso de sus sentidos.
- Aumenta su socialización y seguridad en sí mismos, su creatividad y su imaginación.
La edad idónea para aficionar a los niños en el arte del teatro es a partir de los 5 años, pues podrán leer, entender y poseerán un poder de memoria alto.