. Comenzó la carrera de periodismo, que no terminó y comenzó a trabajar como locutora en Radio Nacional de España en 1987. En este trabajo vio la luz su personaje más famoso Manolito Gafotas, que adquirió un éxito inesperado, de él salieron libros y una serie de televisión. También habría que destacar el personaje de otra serie, Olivia, una niña muy traviesa de la que también se recogieron sus aventuras en varios libros.
Elvira es muy polifacética y también ha colaborado haciendo guiones cinematográficos, escribiendo obras de teatro e incluso haciendo cameos en alguna película.
Ganó el Premio Nacional de Literatura juvenil en 1998 y Mejor guión original por la película, La primera noche de mi vida. Actualmente a parte de seguir con la escritura, colabora periódicamente en el diario El País.En narrativa infantil ha escrito nueve libros de la serie Manolito Gafotas; siete de la de Olivia; cuatro cuentos; seis de narrativa para adultos y cuatro de la serie Tinto de Verano, además de tres obras de teatro. Libros de no ficción ha escrito cuatro y ha trabajado como actriz ocasionalmente en diez películas.Me he encontrado a una autora que abre su corazón a través de la escritura, contando su difícil adolescencia hasta la entrada de la mayoría de edad. Pero no lo hace contándonos que fue lo que hizo o dejó de hacer, narra la azarosa y nómada vida que les proporcionaba el trabajo de su padre empleado de una gran constructora a nivel nacional.Algunos de los avatares que nos cuenta me retrotraen a capítulos y frases de su famosa serie donde Manolito es el protagonista. Cada capítulo es, de alguna manera, un merecido homenaje a sus padres, a los que quiere y admira y los convierte en sus personajes, pero no en el conjunto que hacen como pareja, si no por separado. No son el dúo perfecto, su padre no es el mejor y modélico marido y su madre con su débil salud, no puede seguir el ritmo que su esposo necesita en ninguno de los aspectos.La autora en este libro tiene una manera de narrar sencilla, nos hace recorrer el país casi, subidos al seiscientos de la época. Retrata esa España de los años 60 y 70 en pequeñas pinceladas. Trata de hacer una homenaje a esos padres de la posguerra que trabajaron de sol a sol, que recorrieron la piel de toro pensando en el bienestar de su familia, siempre apoyados por la mujer de la casa que seguía al hombre allá donde fuere, porque su educación había sido esa, además de tener que transigir con una doble moral del marido y una fuerte personalidad, como en muchos matrimonios de esos tiempos.La Lindo no entra en su vida personal a partir de los veinte años, pero sí retrata a su familia con sus luces y sus sombras hasta que ella tiene esa edad, no en vano tiene un gran dominio de la narración haciendo una lectura muy amena y nada rebuscada, no ha debido utilizar ni mapa ni brújula para narrar este libro, pienso que en su cabeza estaba cada uno de los pasajes que ha relatado.Posiblemente no sea su mejor libro, pero creo, que sí el más tierno y más humano en el que sin querer hacerlo se desnuda.