Es importante y valorable que las
instituciones financieras o sus funcionarios al referirse a los productos que
ofertan, ya sea de ahorro/inversión o financiamiento, como es el caso del leaseback, traten de proporcionar información relevante y completa, a fin de que los potenciales usuarios puedan tomar decisiones adecuadas.
Días atrás en el recorrido diario de
publicaciones por los medios de comunicación encontré una que se refiere al
financiamiento denominado leaseback, y que en una primera instancia fue inevitable
que no viniera a mi mente situaciones emblemáticas relacionadas con la Municipalidad
de Viña del Mar, y otra relacionada con Televisión Nacional de Chile.
Al respecto, no es raro en el ambiente del
sector financiero, para los que hemos tenido la oportunidad de formar parte de
ese ecosistema, haber escuchado el comentario de que si alguien desea realizar una
operación de factoring o leaseback, es porque se encuentra muy complicado.
Claro, posiblemente entre otras circunstancias, si las espaldas financieras no
son muy sólidas o si hay un problema de deficiente armonización del ciclo de
efectivo lleve a la necesidad imperiosa de recurrir a este tipo de operaciones.
Volviendo a la publicación, en esta se
señala que las operaciones de leaseback durante el presente año se ha duplicado,
lo que se ha sustentado esencialmente en la dificultades que la pandemia ha
generado en la actividad económica de las empresas mermando los ingresos, y
ante lo cual las pequeñas y medianas empresas enfrentadas a las dificultades
para acceder a financiamiento a financiamiento tradicional, lo que se complejiza
si los antecedentes comerciales no son adecuados, han encontrado un refugio en
este producto.
En la entrevista, como bien señala el gerente
de una institución que realiza este tipo de operaciones, y que en definitiva no
resulta muy extensa y por tanto no proporciona muchos detalles al respecto, el
leaseback contempla una operación en la que el propietario de un activo fijo,
el que se encuentra pagado en su totalidad, y ante la necesidad de flujos monetarios
puede obtenerlos al vender dicho bien a la entidad financiera, y luego lo recupera,
pues se subentiende que el bien es necesario para el negocio, mediante un
contrato de arrendamiento. Del mismo modo, indica como gran ventaja el tema
tributario, pues la cuota de arriendo se considera gasto, lo que genera un ahorro
fiscal para el involucrado, pues incide en un menor pago de impuesto para el
empresario.
Y bueno, con lo expresado terminó la
entrevista. Ello me dejó con una sensación algo mezquina de ideas para quienes
deben tomar una decisión, pues no les facilita un panorama más amplio del
proceso involucrado en la operación, ni otros aspectos que deberían tomarse en
cuenta.
En respuesta a lo anterior, me parece
prudente compartir algunos puntos de interés para considerar: a) este tipo de
financiamiento está orientado y es usado fundamentalmente por empresas; b) el
leasing, en cualquiera de sus variantes, entiéndase leasing operativo, financiero
o leaseback, tienden a ser más caros que otras opciones de financiamiento, por
ello es conveniente cotizar y comparar entre entidades y productos de
financiamiento; c) las operaciones pueden ser realizadas tanto por entidades
bancarias como no bancarias, lo cual puede marcar una diferencia en los costos
involucrados en la operación; d) el activo fijo puede ser mueble o inmueble; e)
los recursos monetarios generados por la operación surgen de la tasación
comercial que se haya realizado, y de lo cual el valor final que se reciba probablemente
corresponda a un valor inferior al de la tasación realizada; f) en relación a la mención anterior, la mejor
alternativa de financiamiento de los activos fijos es el inmueble, ya que los
bienes muebles se desvalorizan de manera más intensa, y por tanto el valor final
a recibir puede ser bastante distante del de tasación; g) el activo involucrado
debe ser tasado por un profesional dispuesto por la entidad financiera; h) la
operación es seguro involucre gastos de cursatura (tasación y notario, por ejemplo),
los que cabe esperar sean de cargo del cliente, y que no suelen ser parte de la
obligación, por tanto se debería disponer de esos dineros de manera anticipada
para cubrirlos; i) para el curse completo
de la operación, es sensato estimar un lapso razonable de a lo menos tres
semanas, ya que involucra una serie de etapas a cumplir, por ejemplo, reunión de
antecedentes, tasación, informe legal, escrituración y notario; j) un producto
de financiamiento alternativo es el crédito hipotecario fines generales, el
cual tiene variedades de ejecución como con venta de letras, venta de letras
aseguradas, o como mutuo, y que además puede ofrecer plazos de otorgamiento
superiores a los del leaseback, y con ello evitar un proceso de pago acotado a
un periodo corto de tiempo que genere una presión en los flujos a pago; k) el
pago de la cuota de arriendo normalmente es de tipo anticipado (primer pago al
momento del curse de la operación, en lugar de forma vencida, es decir pasado
un tiempo de su curse), pero finalmente dependerá de las opciones ofrecidas por
la entidad con la que se realice de la operación; y l) la opción de compra, en
el caso de que lo contemple el contrato de arriendo, podría considerar la posibilidad
de cederlo a un tercero.
Como se puede percibir, desde la mirada de
un usuario de productos financieros, y en aras de la transparencia y claridad
para tomar decisiones, es importante exista un adecuado flujo de información hacia
los potenciales usuarios, de manera que no sólo se resalte lo ventajoso que pueden
ser, sino también, se indiquen otros elementos críticos de atención que lo
conformen, lo cual apoya la idea de transparencia y compromiso hacia la
comunidad, alineándose además con las buenas prácticas sugeridas por la OCDE (Organización
para la Cooperación y Desarrollo Económico) a las instituciones financieras a través
de documentos tales como Recommendation on Principles and Good Practices for
Financial Education and Awareness (Jul 2005) y Recommendation of the Council on
Good Practices on Financial Education and Awareness Relating to Credit (May
2009), así como también contribuir en a lo menos a uno de los 17 Objetivos de
Desarrollo Sostenibles propuestos por la Organización de las Naciones Unidas, tal
como el Objetivo 4 relacionado con propender a una Educación de Calidad.