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Reseña realizada por Teresa Argilés.
Luis Zueco es Aragonés, nacido en 1979, director de los Castillos de Grisel y de Bulbuente, son dos fortalezas restauradas y habilitadas como alojamientos con encanto para realizar eventos. Además de Ingeniero Industrial es licenciado en Historia y máster en Investigación Artística e Histórica, miembro de la Asociación Española de Amigos de los Castillos.Ha conseguido un éxito relevante de crítica a nivel nacional e internacional con su Trilogía Medieval: El Castillo (Ediciones B, 2015), El Monasterio (Ediciones B, 2018) y El Mercader de libros. Aunque es una trilogía cada una de las obras se pueden leer de manera independiente. Su conocimiento de la época Medieval y seguro que también de los escenarios, le hacen transportarnos en sus libros a diferentes marcos de la época en Europa y que no todo mundo, sea lector o no, es conocedor de ello.Bien pudiera ser un libro de caballerías narrado cronológicamente en su desarrollo, y me gustaría destacar el primer párrafo del prefacio: Hubo un tiempo donde los libros cambiaron el curso de la historia; una época en que se descubrían nuevos mundos, donde se formaban inmensos imperios y la razón se abría paso frente a los dogmas más sagrados.Zueco ha descrito muy bien todos los escenarios y momentos en el Sacro Imperio Romano, Amberes, Zaragoza, Sevilla… en estos lugares se inicia la trama del libro en sus partes I a IV. De la V a la VII se desarrolla la historia y su última parte, la VIII nos llevará al Nuevo Mundo.En esta lectura el autor nos hace ver que un libro también puede ser una joya valiosa y codiciada por las personas, pero… ¿Por qué?¿Qué hace que un libro o su contenido sea perseguido por media Europa?Hablamos de época donde preservar la moralidad debía ser el bastión principal de un individuo.Leer es viajar y el autor nos implica en ello con rigor histórico, sin dejar de lado que los libros en su momento podían ser el arma más peligrosa y que nos podían descubrir mundos nuevos y misterios, como bien nos dice en el prefacio.Transcurre el año 1517 y el joven Thomas debe recorrer Europa huyendo del destino para que no le ocurra lo mismo que a su padre. Él tiene un objetivo que no podrá cumplirlo sin pasar por infinidad de avatares.Sevilla será el escenario de su último laberinto antes de cumplir el sueño que persigue, El Nuevo Mundo. Esta ciudad próspera y que sirve como puerto de enlace del comercio de las Indias, lo recibirá y le hará vivir pasajes muy rocambolescos; el encargo de encontrar un libro de contenido misterioso y poco moral para la época y que ha sido robado de la mayor Biblioteca de Occidente, creada en Sevilla por el hijo de Cristóbal Colón a la que se denominó la Colombina.Hubo un tiempo en que los libros recogían los dogmas más sagrados y podían cambiar el curso de la historia. Thomas busca el libro, pero alguien tiene interés en que él no lo encuentre.Este libro nos sitúa en los años siguientes a la invención de la imprenta, que aunque fue en 1440, no se aleja mucho del inicio de la narración, pensando que la inmediatez de la información, el ritmo del tiempo y la vida no eran como en la actualidad.Considero que es una buena lectura, sobre todo para apreciar el valor de los libros y las enseñanzas que legan.