Un vistazo a las portadas de los diarios, ya sea en los quioscos de periódicos o desde el teléfono, nos revela que estamos en un país sin rumbo. El nuevo escándalo mediático es el desfile de audios grabados subrepticiamente al presidente de la República por personas que, alguna vez no muy lejana, fueron parte de su entorno amical y laboral más cercano.