"Poetas y Poesías" Henrik Ibsen

 

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Mientras mi mente arda en poesíacreciendo irán las lindes de mi patria.

(Poesía reunida, 1871, Henrik Johan Ibsen)

“Poetas y Poesías” por Mª Ángeles Álvarez.

El calor de los últimos días nos ha obligado a más de uno a mantenernos a resguardo tras los gruesos muros (en otros casos no tanto) de nuestros hogares. Ventilador o aire acondicionado en marcha y, en el mejor de los casos, una piscina comunitaria, son los salvavidas de aquellos que, por el momento, no se han aventurado más allá de sus zonas de confort.

Y en mi caso los pequeños conciertos vespertinos de piano de mi hijo y la lectura están siendo mis más eficaces tablas de salvación. Y precisamente esas tablas que me mantienen a flote bajo la calima y la humedad que se cierne estos días sobre la costa mediterránea, son las que me han llevado de la mano hasta el autor del que hablaré esta vez.

Por un lado, una obra muy repetida en el repertorio de piano de mi pequeño hombrecito es el “Morning Mood” de la suite de “Peer Gynt” de Edvard Grieg. Y, por otro, las referencias a esta misma obra, pero en este caso no la musical, sino la literaria del noruego Henrik Ibsen, no han cesado de aparecer en una saga literaria que ahora mismo me mantiene ocupada en las horas centrales del día.

Y como me gusta seguir las señales, lo he hecho y he descubierto que el autor de la obra literaria Peer Gynt, no solo fue un dramaturgo reconocido internacionalmente y cuyas obras todavía hoy se siguen representando y se han convertido en literatura atemporal, especialmente por su carácter rompedor y avanzado en temas como el feminismo (quién no ha leído o visto representada Casa de muñecas), sino que Henrik Johan Ibsen también fue poeta “a tiempo parcial”.

No obstante destacar en teatro, la “cosecha” poética de Ibsen no tiene desperdicio alguno, como veremos. Baste decir que su principal poema, Terje Vigen, es lectura obligada en los colegios de Noruega y para los noruegos se ha convertido en una especia de Quijote (salvando las distancias) del país nórdico. Pese a que para nosotros es bastante desconocida, la poesía de Ibsen tiene una gran popularidad en el norte de Europa.

Pero ¿quién fue Henrik Ibsen? Conozcamos algo de este insigne escritor:

Nacido en Skien en 1828, ciudad costera donde su padre poseía una destilería de aguardientes que quebró cuando él tenía seis años, pronto se marchó a vivir al cercano Grimstad, donde su padre le había conseguido un puesto como ayudante de farmacéutico. Más tarde, hacia 1850, se fue a estudiar a Cristianía, la actual Oslo, y en 1853 aceptó el puesto de Director del nuevo teatro de la ciudad de Bergen y más tarde otro en Cristianía, hasta que este cerró en 1862 por problemas económicos.

Por aquel entonces ya se había convertido en un librepensador y entusiasta de los movimientos rebeldes que se estaban produciendo en toda Europa, contrarios a lo que él consideraba estrechez de mente de su país natal. Por esta razón se marchó a vivir durante unos años a Italia y Alemania, donde creó la mayor parte de su obra dramática.

Ya como autor de teatro consagrado y uno de los autores más influyentes de la escena moderna, regresó a Noruega donde falleció en 1906 en la ciudad de Cristianía.

Sin embargo la poesía, como él mismo dijo, era para Ibsen un desahogo, un arma dinámica que debía servir para solucionar problemas.

Terje Vigen es su obra lírica por excelencia. Poema narrativo compuesto de 52 estrofas, publicado en 1882, cuenta la dramática historia de un hombre, un marinero valiente que, en las guerras napoleónicas, durante el bloqueo inglés de Noruega en 1809, y con su familia al borde de la muerte por el hambre, rema desde Mandal a Dinamarca para traer cebada y alimentarlos. Su protagonista acaba convirtiéndose en mito nacional.

Pero Ibsen publicó a lo largo de su vida otras composiciones en varias revistas y periódicos y compiló gran parte de ellos en la antología Poesía reunida, editada en 1871. En nuestro país, Poesía completa (Ed. Losada) recoge aquel libro, al que añade otros 15 poemas, en la primera edición completa en castellano de su obra poética. Aunque casi toda su obra en este género la escribió antes de 1875.

Esta compilación nos lleva desde los versos satíricos de sus primeras etapas en la adolescencia y juventud, a través de un crisol en el que alterna composiciones de tono elevado, casi místico, con otras que dejan traslucir la realidad social y política de su tiempo. Como muestra, encontramos este fragmento del poema Estrofas, que deja ver el pesimismo que el autor siente ante la vida:

Vivir es pelear con brujasEn la cordial y mental bóveda.

Crear es: conservar la espada

De Damocles sobre uno mismo.

O este otro del poema A mi amigo el orador revolucionario, en el que Ibsen se declara firme y fiel a sus principios y creencias:

Dices que soy conservador ahora.Yo sigo siendo lo que fui y no cambio.

No soy de ésos que se dan por hartos

mudando los peones del tablero.

Cerramos el post con un poema que nos habla de los sueños de grandeza del hombre y de cuán rápido estos puede perecer. Articulado con una gran maestría, nos sirve de muestra de la gran calidad poética de Ibsen, pese a que la poesía constituyera una mínima parte de su obra literaria:

Planes de edificación

Tan vivo lo recuerdo cual si hoy pasado hubiese,El día en que en un periódico vi mi primer poema.

En mi cuarto alquilado, yo fumaba tranquilo

Cigarro en mano, en sueños de placidez sumido.

“Haré un castillo aéreo que en todo el norte reluzca,

Dos alas tendrá: grande la una, pequeña la otra.

Habitará la grande un poeta inmortal;

Y en la otra una doncella me servirá la mesa”.

Yo encontraba en mi plan una hermosa armonía;

Lástima que surgieran luego en él contratiempos.

Al madurar su dueño, vio el castillo ridículo:

Chica era el ala grande; la pequeña hizo ruina.

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UNETE



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