Pesimismo trillado con pandemia

Ambiente pesado lleno de cubrebocas, las mejillas suben y bajan para saludarse entre sí. Los ojos se entrecierran para dar el vistazo a una sonrisa que no termina de concretarse. Las miradas se cruzan, aunque solo quedan suspendidas en el aire como el no-muerto que vigila el exterior para introducirse en tu cuerpo. Ese es el panorama perfecto para escribir un texto de vacío existencial. Lo cual, no es soledad o aislamiento sino confrontación con la nada, aquel pozo negro que amenaza tu sentido, misión u objetivo de vivir. Bastan unos cuantos meses de crisis colectiva para sentirse indefenso ante el derrumbe de las construcciones abstractas como lo es el dinero.

 

. Los ojos se entrecierran para dar el vistazo a una sonrisa que no termina de concretarse. Las miradas se cruzan, aunque solo quedan suspendidas en el aire como el no-muerto que vigila el exterior para introducirse en tu cuerpo. Ese es el panorama perfecto para escribir un texto de vacío existencial. Lo cual, no es soledad o aislamiento sino confrontación con la nada, aquel pozo negro que amenaza tu sentido, misión u objetivo de vivir. Bastan unos cuantos meses de crisis colectiva para sentirse indefenso ante el derrumbe de las construcciones abstractas como lo es el dinero.
Las voces en las calles son opacas, pues su fuente sonora las está obstruyendo una barrera que se sujeta de las orejas. La desesperanza se acaricia en las banquetas que rodean las unidades hospitalarias. Los mandatarios se enfocan en la implementación ecuánime de sus normas para cuidar a aquellos que son vulnerables. Mi computadora está harta de que le toque continuamente sus teclas. Yo le dije que era absurdo ¿Cómo es posible que un artefacto que no tiene conciencia demuestre hartazgo y me exija derechos? De ninguna manera iba desistir, es obvio que resguardada en casa es feliz, bueno quizás la he golpeado un par de veces por no funcionar, pero luce bien. Es más, hasta he reducido el numero de golpes que suelo propinarle. Por cierto, ayer vi las noticias sobre la violencia de género y todo va bien, mi presidente hizo que disminuyera o eso es lo que declaró.

Algo singular me llama la atención de este pantano pandémico y es que todos hablan en un tiempo verbal puntual. Todos se comunican con relación al futuro “Cuando volvamos, cuando regresemos, ya que acabe, en cuanto termine esto” ¿No es fascinante? Quieren huir de casa en todo momento para volver a ser personajes egoístas delante de otros soberbios que ostentan su material. Existen otros que no viven delante del presente sino detrás. Están recordando con frecuencia sus momentos de placer sobre la línea de sufrimiento inamovible que tenían. Además, no es necesario romperse la cabeza o esperar a que termine esta alerta sanitaria, a lo lejos de mi cuarto se escuchaba música a todo volumen con una aglomeración de personas, ellos colocan el primer puño de tierra a las tumbas de los fallecidos por el famoso virus.

¿Alguien ha visto los medios? Vaya que son todos unos curas en medio de una fiesta gay. Intentan reafirmar su credibilidad a punta de salpicones de agua bendita, aunque hoy en día les llaman notas periodísticas. Esos profesionales de la información, algunos han sido cuidadosos, pero otros han puesto en duda a las autoridades con dos miserables declaraciones de oposición política ¿No es lo más patético que han visto? Iguales al cura pisoteado por bailarines exóticos.

La pandemia me tiene consternado, sigo sin entender si debemos convivir con el virus o eliminarlo de tajo. Igual no importa, la humanidad no está cerca de ninguna opción ¿Qué cosas pensará el virus ese? Yo no lo quiero aquí, deseo que se vaya porque tengo que seguir rodando mi pequeña rueda dentro de mi hermosa jaula con comida y agua.

¿De dónde llegó está situación? ¿Cómo es que nos ha encerrado en nuestras cuevas sistemáticas? No tengo ni la más mínima idea, bueno quizás sí, pero me refiero a la cuestión ensombrecida de este contexto. Tal parece que una pequeña sabandija invisible al ojo humano nos dio una paliza que nos recordó nuestra naturaleza. De vez en cuando el entorno social necesita una crisis duradera. ¿Qué? ¿Acaso no es el estado básico del individuo? Los evolucionados monos siempre recibimos una estricta corrección a la estructura colectiva. Si no me crees anda y pregunta a expertos sobre los problemas masivos que cobijan temporalmente a la población mundial, son realmente predecibles en un sentido retorcido.

 

 

UNETE



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