. La dinámica de su narrativa te mantiene expectante. El suspenso y el marco psicológico de los personajes convierten la trama en un thriller que engancha. Por eso no es de extrañar que los derechos cinematográficos ya hayan sido vendidos para llevarlo a la pantalla grande.
La historia ya empieza desde el prólogo. En él se lee un día del diario de Alice Berenson. Apenas dos hojas y, sin embargo, ya se adivina el desasosiego. Uno maniatado, de esos que se mantienen con la cuerda corta y a los que se busca barrer de un plumazo, sobre todo ante una misma, con las tan encaramadas normalidad y alegría. Una pista que te confiere el escritor antes que el narrador-protagonista revele en el primer capítulo que esta mujer, una pintora con poco más de treinta años, mató a su marido.
Su relato aporta un alegato bastante específico: la identidad del matrimonio, sus profesiones y actividades, y una contextualización de lo que ocurrió el día fatídico. El escenario del crimen no dejó indiferente a nadie. Tras asesinarlo, Alice se intentó suicidar, pero no logró cumplir su cometido. No negó ni afirmó su culpabilidad. Se limitó a mantenerse en silencio y, mientras esperaba el veredicto, a pintar su último cuadro a modo de declaración: un autorretrato bajo el título de Alcestis, una heroína de la mitología griega.La investigación, seguida por todos los medios de comunicación, no logró dar con otro móvil que no fuera un trastorno mental. Alicia fue a parar a una institución mental en vez de a la cárcel. Theo, el narrador, siguió con fascinación el caso. No solo por su condición de psicoterapeuta, sino porque sentía cierta empatía por Alicia. Era tanta su obsesión por entender el porqué del asesinato y de ese silencio autoimpuesto que, seis años después del suceso, cuando supo que quedaba una plaza de trabajo en la clínica psiquiátrica donde estaba internada, la solicitó. Sabía que podía lograr lo que en todo ese tiempo no habían conseguido en el hospital.El escritor chipriota te sumerge en una historia en la que establece un espejo entre los perfiles psicológicos de Alice y Theo. El acercamiento del psicoterapeuta con la paciente silenciosa para tratar de averiguar que la llevó a cometer el escalofriante crimen discurre paralelo al relato de la vida de este hombre que, como la de Alice, también cuenta con episodios traumáticos y heridas sin cicatrizar.La paciente silenciosa es la primera novela de este guionista y escritor. Alex Michaelides (1977) estudió Literatura Inglesa y Psicoterapia, unos conocimientos que sin duda han contribuido a que este thriller psicológico reúna todas las condiciones para obtener el éxito editorial.FacebookPinterestWhatsApp