. Licenciado en Filosofía. Gestor cultural. Trabaja para la Fundación Athletic Club.
Autor de varias obras entre ensayo y novela: La cara oculta de la luna, Hijos del fútbol, La muerte y el hincha, Quedará la ilusión (escrito junto a Carlos Marañón), La vida en fuera de fuego y la más reciente, la novela, Libro de familia.
Entrevista realizada por Begoña Curiel para ELD.–Hijos del fútbol y Libro de familia son historias que parten del ámbito personal del autor. ¿Confirma este hecho que la realidad es mayor filón que la ficción a la hora de escribir?No, no creo. En realidad tiene que ver con un momento personal, la paternidad, que ha sido un terremoto que haga que me haya replanteado cómo veo el mundo y sentido la necesidad de compartir parte de esas reflexiones sobre qué nos une a las personas que queremos. Pero la literatura es válida más allá de la verdad de los hechos en torno a los que gira. Sinceramente, no creo que sea mejor la ficción pura que las novelas de no ficción, ni viceversa.–La lectura de Libro de familia ha sido un deleite y supongo que para usted un duro ejercicio a nivel emocional. Me gusta la sinceridad que recorre la obra. Especialmente cuando muestra sus dudas sobre cómo enfrentarse al tema y los objetivos perseguidos con este trabajo. ¿De qué se siente más satisfecho? ¿De lo que ha supuesto a nivel personal o como escritor?¡Muchas gracias! Escribí “Libro de familia” por necesidad. Digamos que no era una novela premeditada, sino que surgió. Escribí recorriendo un camino personal. Estoy muy contento de haberlo hecho. A nivel personal, me ha servido para conocer a mi padre, que no es poco. A nivel literario no me corresponde a mí juzgar el libro, pero como escritor este libro me ha hecho cumplir un sueño. Los escritores no suelen decir estas cosas, porque cada escritor cree que se lo merece todo, pero cuando estuve con Elena Ramírez, editora de Seix Barral y me ofreció publicar con ellas, lloré de emoción. Cuando ella ya no estaba, claro. Estoy muy feliz con todo lo que rodea este libro, de verdad. Cada día recibo dos o tres mensajes apasionados de lectores. No hay mayor recompensa.–Por sus entrevistas he sabido que quiso ser escritor a raíz de una etapa de su vida donde devoraba libros. ¿Han cambiado sus lecturas desde entonces? ¿Qué lee habitualmente Galder Reguera? ¿Y en estas semanas tan extrañas para todos con las consecuencias de la pandemia?Yo leí mucho de niño, muy poco de adolescente y volví a los libros como un adicto que recae cuando cumplí la mayoría de edad. Obviamente, mis lecturas han variado mucho. En los últimos años intento corregir un defecto que he tenido durante mucho tiempo. Leí mucho a los rusos del XIX, pero poco a mis contemporáneos. Intento corregir eso. Ahora leo de todo. Creo que un lector pasional, como es mi caso, suele ser ecléctico. Devoro cómics, que cada día me gustan más, y mucha novela. Ensayo leo cada vez menos. Pero es comprensible: ¡estudié filosofía!Estas semanas he leído poco. He empezado mucho libro, pero me cuesta mantener la trama. El mundo aparece cada poco en el texto. Me gustó mucho “Flores fuera de estación”, de Margarita Leoz. Ahora estoy con “Orgullo y prejuicio”, que tenía pendiente.–A colación de esta complicada situación que vivimos: ¿Cómo está influyendo en la promoción de su novela? Las redes sociales se han convertido en un canal ideal para lectores que deseamos conocer y hablar con los escritores. Pero supongo que será imposible que sustituyan el contacto directo con ellos.Mira, cuando publicas un libro, a veces te sientes muy solo. Es como tirar una botella al mar y esperar respuesta. Por eso momentos como las presentaciones son importantes para nosotros. Nos hacen ver que hay alguien al otro lado. En este caso, como “Libro de familia” salió antes del confinamiento, aunque se han cancelado algunos actos previstos, la rueda ya estaba girando y he recibido muchísimas impresiones de lectores. Además, el equipo de Seix Barral ha cuidado de que en ningún caso la rueda se detenga y ha seguido trabajando a tope. Me han hecho sentirme muy querido. Esa novela no podría estar en mejores manos.–¿Qué comentario sobre Libro de Familia le ha impactado o emocionado más de los lectores?Muchos, pero si te tengo que decir uno, me quedo con la presentación en Bilbao, cuando un señor se me acercó para contarme, entre lágrimas, que era compañero de trabajo de mi padre y que el día que murió era él quién debía estar en el coche, pero mi padre le dijo que volviera a casa con la familia. Uf. Fue un momento muy emocionante.–Lo que ven los niños en el hogar sin duda será determinante (o no) en su futuro como lectores. En su caso con dos hijos pequeños, ¿cómo los alecciona en este sentido? ¿Qué les parece tener un padre escritor? Si es que han comentado algo al respecto.Yo creo que a los niños no hay que aleccionarles en la lectura, sino seducirles. Yo he pasado muchos de los mejores momentos de mi vida con la nariz entre las páginas de libros y cómics. Eso es lo que intento decirles. La Playstation está muy bien, yo también juego; las series de dibujos también están bien; pero los libros son lo mejor.En cuanto a tener un padre escritor, pues no dicen mucho, porque aún son pequeños. Pero te cuento una anécdota mía, como hijo de artistas. Un día que tuve que explicar en casa que mis padres eran pintores, de cuadros, no de paredes y que ese era su trabajo, al entrar en casa, les grité: ¡¿es que no podéis tener un trabajo normal, como todo el mundo?!–Estudió filosofía. ¿Es algo que afecta, influye y/o marca determinadas tendencias en su faceta de escritor?Mucho. Sobre todo, creo, en una idea de la verdad. Antes comentábamos lo de los hechos reales o no en una novela. Yo creo que hay una verdad literaria, que no es la de la verdad como representación de los hechos. En ese sentido diría que “El extranjero” de Camus tiene más de verdad que muchas novelas que cuentan hechos que han sucedido, pero son profundamente mentirosas.–Si tuviera que escoger y si fuese posible comparar entre mundos tan distintos: ¿Qué le ha hecho volar/disfrutar al más alto nivel: un buen partido del Athletic o un gran libro?¡Es que no tenemos que escoger! Te respondo lo mismo que cuando de niño me preguntaban a quién quería más, a papá o a mamá: ¡a los dos!FacebookPinterestWhatsApp