Durante las numerosas manifestaciones de la legislatura anterior, alguna tarde de sábado se pasaba ‘Pepiño’ Blanco, don José, buscando la bandera con el ‘aguilucho’ (como él suele llamar al águila de San Juan, de la bandera preconstitucional), entre los miles de manifestantes. Al no encontrar ‘aguiluchos’, buscaba ‘fachas’; pero resulta que ni ‘aguiluchos’, ni ‘fachas’, ni diferencia entre decentes y no decentes. Parece que los representantes de la secta del ‘colmillo retorcido’ no encontraron lo que buscaban y menos aún lo que pretendía el hoy ministro de Fomento, experto en fomentar bronca, confusión, mediocridad y militarismo.