Uno de los grandes desafíos que se nos presentan hoy en relación a la situación de emergencia sanitaria por el COVID-19 tiene que ver con cambiar la metodología de trabajo tradicional por el teletrabajo.
Para unos más que para otros, el teletrabajo representa un cambio drástico en el paradigma de quien está acostumbrado a trabajar en el ordenador pero dentro de una oficina en la empresa, donde los contactos presenciales son inmediatos y, en ocasiones, agilizan una respuesta.
En mi caso, llevo ya unos 7 años dedicada a la formación online y aunque siempre he tenido mi silla en la empresa, no siempre he tenido a mis alumnos delante. Esta situación siempre me ha parecido desafiante y he encontrado interesante por demás el buscar métodos para que los alumnos no se sientan la distancia como un obstáculo para su formación.
Hoy, frente a esta situación, mucha gente empieza a preguntarse cuál es la mejor forma de trabajar a distancia y que todo funcione bien y piden consejos prácticos sobre cómo ejecutar su actividad.
Realmente, en este campo, no hay recetas mágicas, pero sí un ingrediente clave que puede garantizar que todo vaya a buen puerto: la HUMANIZACIÓN.
Las distancias dificultan las cosas porque mecanizamos nuestros procesos y los formalizamos por demás. Si escribimos un email lo redactamos de la manera más precisa y adecuada a la jerarquía de nuestro interlocutor o de la forma más estricta para nuestros subordinados, pero pocas veces nos permitimos que, en estas vías de comunicación se dé un chiste, una motivación extra, una expresión de cariño… Pareciera que la formalidad nos quita la empatía y nos vuelve más rígidos y nos obligara a ponernos rígidos en un medio que no hace más que relacionarnos.
Los animo a todos a que trasladen ese tono más informal que tenemos en las oficinas para las nuevas formas que ofrece el teletrabajo. Los animo a mantenerse en contacto por medios diversos, de forma que no se pierda nunca la comunicación. Los invito a todos a trabajar la empatía y la cordialidad, pensando siempre que una comunicación cálida y motivacional, será mucho más efectiva que cualquier otra.