Democracia a examen

Democracia a examen

 

. Sobresale el que solo un 52% de la población considere la democracia como el sistema de gobierno preferido. Preocupante es que casi un quinto considere que, en algunas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático ¿Las razones? La gente asocia “democracia” con un alto nivel de burocracia, ineficiencia y falta de representación real. A esto se suman los escándalos financieros, corrupción y “los mismos de siempre” en escaños públicos. También la desconfianza generalizada en las instituciones públicas aporta lo suyo. En Chile, solo se salvan los Bomberos, que cuentan con un gran apoyo ciudadano.

Los “desafectados”, que no tienen simpatía por ningún sector, aumentaron a un 54%. Voto no es signo de adhesión o fidelidad. La evaluación de desempeño de las autoridades lo revela.

Surgen fuerzas políticas nuevas. Nos encontramos en un escenario “líquido”, utilizando la nomenclatura de Bauman. Lamentablemente, esto no es índice de mayor participación ciudadana en “la cuestión social”. Los inscritos en voluntariados, colegios profesionales o sindicatos es baja, salvo en los países en que por ley se obligue a su adherencia.

Se habla de una “crisis de la democracia representativa”, y se apela a una suerte de “democracia directa”. El ciudadano busca una mayor participación, como se vio en los plebiscitos para el Acuerdo de Paz en Colombia, en el Brexit, la reforma política en Italia, la independencia de Cataluña o en abril en Chile. Se quiere ser escuchado y considerado.

En el futuro, habrá que acostumbrarse a encuestas, referéndums, elecciones, más frecuentes. Al consumidor se le pregunta constantemente por productos o servicios ¿No vale con mayor razón para la evaluación de representantes de todo orden, local, municipal, nacional? Los municipios jugarán un rol mayor en el futuro, debiendo aumentar la responsabilidad ciudadana por el “bien común” que empieza en el propio barrio.

El informe de la PNUD da cuenta del papel de las redes sociales y foros. Si bien aún son muy volátiles y poco predictibles, son formas de participación en “la cosa pública” que deberían ayudar a fortalecer la democracia.

¿Qué hacer?  El Papa Francisco invita encarecidamente a los católicos a inmiscuirse en política “porque la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Asimismo, es necesaria la presencia de católicos en política, que no es ‘maquillaje’ con rostros nuevos en las campañas electorales, sino de métodos originales para hacer política con un estilo crítico y constructivo.”

Clave es fortalecer la democracia a través de una mayor participación en elecciones y exigencia de una mayor eficiencia del sistema público. El Papa invita a “combatir la corrupción”, como factor de debilitamiento de las democracias.

Hacer de la política una práctica honesta que abraza a todos, dignifique, integre y lleve a un desarrollo sustentable, es tarea de todos.

P.Hugo Tagle

twitter: @hugotagle

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