.
Como suele ser habitual, se inició el debate pidiendo a los tertulianos que hicieran una primera valoración del libro. Al respecto, hubo consenso al considerar el género de fantasía como apropiado para abordar cualquier tema, por complejo que este resulte. Ello no va en detrimento de que un ensayo, o trabajo de investigación, puede describir este mismo hecho con mayor profusión, profundidad y justificación. Ambas aproximaciones se complementan y pueden resultar esclarecedoras e inspiradoras para lectores distintos o para un mismo público según sus circunstancias y preferencias en un determinado momento.
Acerca de los temas principales presentes en la obra, con pequeños matices, los ponentes estuvieron de acuerdo en identificar el cuestionamiento al consumismo, así como al modelo racional de concebir el “aprovechamiento” del tiempo.Cuando tocó describir a los personajes, sin duda, Momo y Beppo Barrendero suscitaron toda la atención. La capacidad de escucha de ella y el tono pausado del otro siguen despertando ese tipo de simpatía que te anima a desarrollar los valores que representan.Otro de los aspectos sobre el que hubo coincidencia corresponde a la vigencia del tema central de la obra. En pocas ocasiones, un libro se torna más actual según van transcurriendo los años. Escrita en 1973, nos parece visionaria con arreglo a los valores que condicionan la vida, las vidas, casi cincuenta años después. Los hombres grises “conviven” en nuestras mentes, y son la expresión de un sistema que se nos antoja alienado y alienante.Frente a ello, se nombraron acciones alternativas como las que promueven el “Movimiento Slow” (léase “Elogio de la lentitud” de Carl Honoré), el mindfulness, yoga… de las cuales tan solo participa un reducido número de personas. En este sentido, llegábamos al final de la actividad ponderando el valor inherente al hecho de que, en este mundo utilitarista, un grupo de personas desearan encontrarse para hablar sobre sus experiencias e impresiones surgidas a partir de la lectura de un libro. De algún modo, nos sentimos parte de la resistencia a los hombres grises.