. Con el propósito de reducir el nerviosismo de
los mercados en torno a Pemex, el gobierno y la junta directiva ha decidido
lanzar el nuevo plan de negocios de Pemex.
Este
nuevo plan de negocios, lejos de calmar a los mercados y solventar dudas, ha levantando
tantas cuestionamientos que muchos analistas consideran que es un intento
fallido de salvar a un muerto. Aquí te contamos los puntos más criticados de
este plan.
Inyectar
dinero: Para poner en marcha la reestructuración de Pemex es
necesario contar con dinero. Para esto el gobierno ha planteado en el nuevo
plan de negocios de Pemex el invertir dinero, es decir, que el gobierno inyecte
dinero a Pemex de forma directo, esto para ayudarle a cubrir sus pasivos,
gastos y costos. Para ello se cree que el gobierno requerirá préstamos sin buró
de crédito urgentes debido a la gran cantidad de dinero que requiere.
Reducir
carga fiscal: Otro de los puntos más criticados del plan es que
el gobierno plantea reducir, entre el año 2020 y 2022, la carga fiscal de
Pemex. El problema está en que al reducir los impuestos que Pemex paga también
reduces los ingresos del gobierno.
Más
exploración: Una de las mayores apuestas que hace Pemex y el gobierno
del presidente López Obrador es aumentar la exploración, extracción y refinación
de Pemex. Para esto se dedica una sección del plan a incentivar la exploración.
Lejos de resultar un alivio, este punto ha dejado muchas dudas pues las reservas
son cada vez más escasas y difíciles de encontrar.
Inversión
en producción: Este punto está respaldado por un proyecto, la
polémica refinería de Dos Bocas. Para muchos analistas, la construcción de esta
refinería lejos de ser la solución de Pemex, será el clavo que cierre el ataúd
debido a lo costoso y difícil del proyecto.
Dominio
Monopólico: Calificadoras como S&P, analistas y empresas
expertas en el ramo financiero y energético han considerado a este plan como un
plan monopólico. Y es que prácticamente en ninguna página se menciona la
inversión privada en Pemex y el petróleo lo que cierra las posibilidad de
asociaciones público-privadas y deja entrever que Pemex actuará como una empresa
monopolio en el sector energético de México, al menos en extracción, refinación
y producción.