Así veo yo la investidura de Pedro Sánchez. No se puede pactar un gobierno a la valenciana, porque la izquierda no alcanza la mayoría. No se puede pactar un gobierno a la portuguesa, porque la izquierda no tiene la mayoría. Eso parece ser que a PODEMOS no le entra en la cabeza, y está planteando la negociación como si los números dieran una mayoría suficiente para sostener el gobierno. No es así y, por tanto, Pablo Iglesias debería bajar sus aspiraciones, porque no me gustaría que nos encontráramos en una situación en la que sacar adelante cualquier ley sea un esfuerzo de titanes. Lo que se impone es una legislatura de geometría variable, en la que el gobierno va a tener que pactar con la derecha y la izquierda (no toda la derecha, afortunadamente, son PP, CIUDADANOS y VOX), y eso hace bastante complicado que PODEMOS esté en el gobierno. A pesar de ello, se le ha ofrecido un programa, que tendrán que sacar adelante en el Congreso (no sólo por firmarlo ya está cumplido), la posibilidad de entrar en los segundos y terceros escalones del gobierno e, incluso, que algún independiente propuesto por PODEMOS se siente en el consejo de ministros.