. También cursó estudios de psicología.
Autoeditó su primera novela “El camino de las luciérnagas”. Su éxito en plataformas digitales captó la atención de firmas editoriales con las que ya ha publicado otras dos novelas: “Donde las calles no tienen nombre” y “Despiértame cuando acabe septiembre.
Compatibiliza la escritura con su trabajo en una fundación de ayuda a menores en situación de riesgo social.Entrevista realizada por Begoña Curiel para ELD.–Primero busca los personajes y después la trama, aunque no sepa con exactitud en qué va a consistir ¿Suele seguir siempre este esquema?Lo primero que surge son los personajes, es cierto, pero casi a la vez se origina el esqueleto de la trama. Es como un viaje: sé quiénes viajan, de dónde salen y hasta dónde quiero que lleguen. A veces, incluso, sé qué paradas van a realizar. El resto, las cosas que van encontrando por el camino, van apareciendo poco a poco.–En una de sus entrevistas decía que desde pequeña imaginaba historias y que empezó a escribir para no olvidarlas.Jajaja, es verdad. Todo lo que veía se transformaba en algo con lo que podía inventar historias. A veces apuntaba solo palabras para recordar y, poco a poco, esas palabras fueron transformándose en pequeñas historias con un principio y un final.–“El camino de las luciérnagas” fue su primera novela. Autopublicada en Amazon recibió la llamada de una editorial para convertirla en papel. Para un autor que acaba de estrenarse debe ser… impresionante.La verdad es que sí, fue emocionante. Se habían vendido muchos ejemplares de la versión digital, así que estaba nerviosa porque no sabía si quedarían lectores para la versión en papel. ¡Y vaya si quedaban! ¡La primera edición se agotó enseguida!–Es ejemplo del mensaje en el que insisten muchos autores: no desistir ni perder la esperanza. Pero está claro que el suyo no suele ser el caso más habitual. Supongo que la autocrítica del escritor es imprescindible. Debe ser consciente de que no todos los manuscritos son buenos…Perder la esperanza es lo último. Si crees en tu novela debes seguir intentándolo. Pero tampoco está de más darle una vueltecita cuando recibes un NO de una editorial. A veces se nos pasan por alto errores que pueden corregirse tras una nueva lectura.–¿Cómo organiza su tiempo para escribir? Son pocos los autores que pueden vivir de este maravilloso oficio.Y yo no soy uno de ellos. Tengo un trabajo que me mantiene fuera de casa durante demasiadas horas al día. Eso sí, sigo una rutina diaria y, cada día, al volver a casa, le dedico a la escritura al menos una hora. Los fines de semana mucho más. A veces me cunde y escribo mucho, otras nada. Lo importante es no perder la esencia.–Sé que será difícil pero para iniciarse con Mónica Rouanet, por cuál de sus novelas habría que empezar o recomendaría.Jajaja, esto es como preguntar a una madre a qué hijo quiere más. No sé, reconozco que, aunque todavía me queda mucho por aprender, mi técnica literaria se va depurando, así que supongo que la última novela es la mejor, pero la primera tiene mucha frescura y la segunda unos personajes increíbles.¿Ves? Me es imposible responderte.–¿Hay algo especial –por el proceso de escritura, momento personal u otras razones– por la que destacaría alguna de ellas?Todas tienen algo especial, pero quizás esta última es la que más me ha costado por el tema de fondo.–Su novela “Despiértame cuando acabe septiembre” acaba de salir al mercado. Cuéntenos. ¿Cómo está viviendo este momento?Está siendo un momento muy bonito. Me encanta el encuentro con los lectores y las lectoras, saber lo que opinan de la novela y de su protagonista: Amparo. La verdad es que estoy disfrutando muchísimo. Soy feliz.–La novela negra es su género. ¿Entra en sus planes un cambio o es el camino que ha elegido para el futuro? ¿Por qué?De momento escribo lo que me sale. No me siento y pienso: “voy a escribir una novela negra”. Sale, sin más. Así que no sé si seguirán surgiendo este tipo de historias o, de pronto, aparecerán otras nuevas.–Sin embargo no es el género que más lee. ¿Por algún motivo?Leo de todo, incluida novela negra. Me gusta cambiar de género.–En todo caso, qué autores actuales –de este género– le gustan. Tanto españoles como extranjeros.Dolores Redondo, Alicia Giménez Barlett, Lorenzo Silva, Camilla Lackbert…–Como lectora me he sentido decepcionada con lecturas no tan buenas tras una intensa campaña de promoción. Muchas, con importantes premios a la espalda. ¿Le ha ocurrido como lectora también?Por supuesto, eso nos ha ocurrido a todos.–¿Y qué siente en esta situación como escritora?Creo que, muchas veces, una buena promoción hace milagros.–¿Algún escrit@r que nunca le haya decepcionado?Albert Camus, Sándor Márai, Tom Spanbauer, Chuck Palahniuk…–¿Es lectora de las que tiene que terminar un libro o le da la oportunidad de las páginas de cortesía?Antes era raro que abandonara una novela porque pienso que de todas se puede aprender algo: de las que considero magistrales se puede aprender técnica, y de las que considero nefastas, también. Pero ahora sí que las abandono. Les doy unas treinta páginas de oportunidad. Si me presentan personajes de dudosa credibilidad, historia aburrida o incongruente, y un montón de relativos, adverbios, adjetivos y palabras rimbombantes que rompen el ritmo, adiós muy buenas.–Cuentan los autores que después de convivir con los personajes durante la escritura es difícil separarse de ellos. Me encanta haber dado vida a personajes como Atanasio, Doña Pilar o Amparo. Es algo de lo que estoy muy orgullosa. Y sí, cuando escribes la palabra fin, se les echa mucho de menos.–¿Ha desistido alguna vez de una historia, que haya dejado a mitad de la escritura?No. He desistido de muchas ideas, pero nunca de una novela que haya escrito hasta la mitad.–¿Qué comentarios le han hecho los lectores que más le hayan impactado?Pues… recuerdo uno que me hizo una amiga cuando estaba leyendo mi primera novela que me encantó. Me envió un whatsapp que decía: Oye, de mayor Atanasio no es tan feo, ¿verdad? Es que creo que me gusta un poco…–¿El contacto con ellos a través de presentaciones y diferentes eventos es necesario aunque las críticas no sean siempre las esperadas?¡Por supuesto! De los comentarios negativos, siempre que sean bien intencionados, es de los que más se aprende.–¿Qué peso tiene en su carrera la difusión de sus obras a través de redes sociales?De momento, mucho. Ten en cuenta que mi primera novela fue una autopublicación y sin las redes sociales nadie la hubiera conocido.–Por cierto, ¿han hecho posible que descubriera algún autor interesante?Sí, he conocido a muy buenos autores: Rafael R. Costa, Amelia Noguera, Paco López Mengual… Y mi favorito: Pablo de Aguilar González. Este es otro de esos escritores que no me ha defraudado nunca. No le pierdas la pista.–No sé si sigue algún blog o página literaria. Aunque la mayoría no cuenten con críticos literarios profesionales, ¿qué opinión le merecen?Me encanta conocer la opinión de los blogs. Es cierto que no suelen estar escritos por críticos literarios, sino por lectores normales que, en realidad, es para quienes escribimos, ¿no crees? Así que sus reseñas y opiniones me parecen muy interesantes.