El pasado
sábado tuve oportunidad, invitado por el servicio de protocolo del
ayuntamiento, de asistir al reconocimiento de José Vicente de los Mozos,
como Hijo Predilecto de la ciudad, y a la concesión a Renault
de la Medalla de Oro de Valladolid. Nada que objetar a ninguno de los dos
reconocimientos, pero sí otra vez, al desarrollo del acto de entrega de los
mismos en el Teatro Calderon. Y es que el alkalde no se resiste a aquello de ser
“el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro”
que cantaba mi admirada Cecilia. De hecho consumió más tiempo él sólo en sus
dos intervenciones, que los otros cinco intervinientes juntos. Veamos:
El acto fue conducido por EL historiador Enrique
Berzal, y abierto como corresponde, por el alkalde. Lo que ocurrió nuevamente
es que el alkalde equivocó su papel, e hizo un largo relato de la experiencia
profesional de José Vicente de los Mozos, elogiando su trabajo
y el de los sindicatos de Renault, pero sin hacer la más mínima referencia al
muy importante apoyo económico que prestó la Junta de Castilla y León
para que los proyectos de Jose Vicente salieran adelante, algo además
especialmente grave, puesto que entre los invitados estaba la Consejera
de Economía y Hacienda de la Junta, que algo podría contar de esas
ayudas, y por supuesto, a que la iniciativa partió del Grupo Municipal
Popular y no del tripartito, que inicialmente se opuso a la propuesta
y después planteó separar en dos el reconocimiento, para votar en contra del
reconocimiento de José Vicente y a favor de los trabajadores de Renault en
aquellos tiempos mantuvimos una estrecha relación dada nuestra común apuesta
por decidir fabricar en Valladolid el Twizy, primer vehículo eléctrico que se
fabricaba en España.
La semblanza auténtica, no política, sino
personal y familiar de José Vicente de los Mozos, corrió a cargo de Eduardo
Álvarez, jefe de informativos de la televisión de Castilla y León que lo hizo
francamente bien.
En nombre de los trabajadores, intervino uno de
ellos, Agustín Cartón, que acababa de jubilarse después de estar 42 años
trabajando en la empresa, y que como el homenajeado, había empezado como
aprendiz a los 16 años. Fue una intervención intimista y sincera, y me
atrevería a decir que muy del agrado de los casi 1000 personas que llenábamos
el Calderón.
Personalmente conocí a José Vicente hace ya
muchos años, nada más ser nombrado director de la factoría de Valladolid y
seguí toda su carrera hasta la cúpula de la multinacional francesa. En mi
opinión, dentro de ese corpachón de casi dos metros de altura se esconde
todavía el espíritu emprendedor y sencillo de aquel aprendiz de 16 años que
entró trabajar en la cadena de Fasa, mientras estudiaba, primero formación profesional
y después ingeniería aeronáutica. Un día, en esa cercanía personal que
mantuvimos durante muchos años, me pidió dos favores, que espero no le moleste
que desvele ahora públicamente: uno, pronunciar el pregón de nuestra Semana
Santa, y el otro, que le invitara a presenciar una corrida de toros desde el
burladero del coso del Paseo de Zorrilla. El,primero se resolvió tan pronto
trasladé su petición a la Junta de Cofradías de Semana Santa, qué aceptó la
petición del cofrade de las Angustias. Respecto de los toros, cuando teníamos
elegida la corrida, me llamó por la mañana porque había había surgido un
conflicto laboral en la factoría Renault y me dijo que no le parecía prudente
que, con trabajadores de la empresa en situación de conflicto, estuviera el
presidente en el burladero. Lo entendí y lo solucionamos en las ferias
siguientes.
Después salió a agradecer el nombramiento el
nuevo Hijo Predilecto, pronunciando un emotivo discurso de agradecimiento, con
voz temblorosa y lágrimas en los ojos, teniendo el detalle de no hacer
referencia alguna al voto en contra que emitieron en el Pleno tanto Valladolid
Toma la Palabra y los Podemitas, que, no obstante,
asistieron al acto.
A continuación nueva intervención del alkalde
para hablar de los avatares de las factorías en Valladolid, en otra muy larga
intervención, y por supuesto sin referencia alguna a nada que no sonara a
Alkalde, Tripartito, Ayuntamiento, y sindicatos. Por supuesto, ningún
reconocimiento a la Junta de Castilla y León ni al Gobierno de España que algo
hicieron para mantener las factorías en Valladolid. Es justo reconocer la
actitud del Comité de Empresa para asegurar el mantenimiento de la actividad
laboral en Valladolid, y yo mismo lo he hecho en más de una ocasión, pero los
otros olvidos son imperdonables.
Se proyectó un video sobre la historia de FASA
Renault en Valladolid, y otro con una intervención del CEO de Renault en el que
reconocía a José Vicente de los Mozos como el mejor embajador de Valladolid en
el mundo.
A continuación se procedió a la entrega de la
Medalla de Oro, que recibieron al alimón el presidente de la empresa y el
presidente del comité intercentros quienes agradecieron la distinción con un
breve discurso. Por supuesto, a la entrega subió el primer teniente de alcalde,
para no perderse la foto, que las encuestas le tienen muy preocupado, aunque su
formación votara en contra del reconocimiento al presidente de Renault.
Elecciones a la vista!.
En dos ocasiones, una breve intervención de
profesores y alumnos de la escuela de música Mariano de las Heras, que
interpretaron los conocidos boleros “Dicen que la distancia es el olvido...” y
“la Barca”, que es la canción predilecta del homenajeado.
Y colorín, colorado... Hasta el viernes que
viene.
Por Francisco Javier León de la Riva en "Desde mi barrera" /