Este libro estalla dentro como las minas antipersonas que han amputado miles de extremidades en Afganistán. Aunque la esperanza figura en su título hay que volver a mirar la portada para recordar la palabra. Lo que ha hecho Antonio Pampliega es una heroicidad necesaria para que «nuestras vidas de personas sin problemas» no se adormezcan cuando lleguemos al final de las páginas. Pampliega es el autor de un testimonio único; Alberto Cairo ese personaje tan real, que duele.