Entrevista a la periodista y escritora Nerea Riesco

¿Qué diferencia a los escritores frente a otros campos artísticos o humanistas?

 

. En mi caso escribir determina mi manera de mirar el mundo, quizás con más intensidad, es como vivir por triplicado. Una primera vez, la normal y habitual, una segunda en la que me esfuerzo por captar cada sensación, emoción… para luego poder describirlo por escrito, y una tercera cuando alguien, al otro lado de mis letras, descifra lo que he narrado y hace suyas esas emociones.

¿Cuándo decidió decantarse por la escritura? ¿Quiénes han sido sus modelos o maestros?

Siempre he escrito, desde muy pequeña, aunque no pensaba que eso se convertiría en mi profesión. Soy hija única, solitaria, soñadora y muy lectora. Así que he leído de todo un poco a lo largo de mi vida: Agatha Christie, Gabriel García Márquez, Antoine de Saint Exupery, Julio Verne, Jane Austen… no sé si una lista tan heterogénea puede dar para encasillarme en algún género predilecto o para pensar que alguno de ellos haya determinado mi estilo. Soy licenciada en periodismo, así que seguía escribiendo incluso cuando estudiaba para ser otra cosa diferente a una novelista.

¿Cuáles son los géneros literarios que desarrolla y en cuál de ellos trasmite mejor sus ideas? ¿Pertenece a una escuela, corriente o tendencia determinada?

Normalmente colocan mis novelas en el anaquel de novela histórica. Supongo que es una forma cómoda de poder organizar una biblioteca o librería, porque mis obras suelen desarrollarse en escenarios pretéritos. Pero, a decir verdad, todas ellas incluyen una serie de ingredientes que permitirían encuadrarlas en novelas de aventuras, románticas, costumbristas… Y no, no creo pertenecer a ninguna escuela o seguir ninguna tendencia concreta.

¿Para ser escritora hay que ser buena lectora? Aconséjenos 3 libros imprescindibles.

Es fundamental. También lo es ver cine, y visitar museos, y viajar, y hablar con gente interesante… todo inspira, da que pensar, organiza nuestra mente. Para mí han sido imprescindibles muchos más que tres libros, pero diré (por citar algunos) “Cien años de soledad”, “Las amistades peligrosas”, “El retrato de Dorian Gray”…

¿Qué libros aconsejaría leer para quien desee adentrarse en la buena lectura?

El primer libro “de mayores” que leí fue “El Principito”, con siete años. Vuelvo a él de vez en cuando y siempre me provoca sensaciones nuevas. Creo que en él están condensadas un buen número de reflexiones sobre la vida y la lírica.

¿Qué precisa para ponerse a escribir? ¿Cuáles son sus rituales, si tiene alguno? ¿Hay algún secreto que le convierte cada noche o cada día en escritora?

Poca cosa: silencio y mis gatos tumbados a mi lado.

¿Cuál es su forma de trabajo: usa un mapa o brújula, improvisa o planifica? ¿Se deja llevar por las musas o camina totalmente a ciegas?

Uso brújula, mapa, gps y un palito de zahorí si me apuras. Soy organizada. Estructuro, trazo líneas del tiempo, busco fotografías, biografías de los personajes, hago resúmenes de capítulos… y aun así, a veces me pierdo.

¿Cuáles son los hitos relevantes que destacaría en su aventura literaria?

Ganar el IX Premio Ateneo Joven de Sevilla con mi primera novela determinó mi vida profesional. Más tarde, mi novela “Ars magica”, traducida en doce idiomas, y que estuvo a punto de llevarse al cine, me abrió las puertas del panorama literario internacional

Las editoriales, ¿son el campo de batalla del escritor novel?

Yo no lo vería así. Los jóvenes escritores deben ponerse las gafas de cristales rosa para ver las posibilidades que las nuevas tecnologías brindan. La publicación on-line, la autopublicación, internet… son un escaparate extraordinario en el que mostrar el trabajo. Pero hay que currárselo. También había que hacerlo antes, cuando debías fotocopiar, encuadernar y enviar el manuscrito a las editoriales que los colocaban en mesas donde acumulaban polvo. Al final, el talento acaba por salir a la luz. Para tener suerte hay que trabajar duro.

Los premios… ¿son necesarios en la carrera de un escritor?

En mi caso, ganar uno de ellos fue fundamental. Me colocó en el camino.

Díganos brevemente… ¿qué intención le mueve al escribir: es una escritora con vocación de entretener, de divulgar, de formar?; ¿es una escritora de su tiempo o una escritora comprometida con su tiempo?

¿Se puede pretender todo a la vez? Lo principal, para mí, es hacer que la gente disfrute con mis historias. Que sueñe, que se evada, que viaje, que se emocione, que salga de la rutina… no me gusta que la gente sufra leyéndome, para eso ya están los informativos. Pero a la vez me gusta que la gente aprenda algo, que conozca lugares a los que no va a viajar, situaciones o personajes del pasado, que creen una opinión crítica.

¿Le gustaría que olvidaran en el futuro algo de su actividad literaria? ¿Qué quedará de su obra para la posteridad a pesar suyo?

Espero que nada. Todo lo que he hecho a lo largo de mi vida soy yo.

¿Qué palabra o concepto le caracteriza como escritora?: ¿se considera una escritora creativa, original, optimista, fantasiosa, soñadora, imaginativa, idealista, etcétera?

Creo que soy una comunicadora. Otros autores aseguran que escribirían aunque no los leyese nadie. No es mi caso. Necesito a alguien al otro lado de las letras para que todo cobre sentido.

¿Considera que ha leído algún libro irreverente?

No. Aunque en el pasado, cuando aún creía que uno debía leer hasta el final cada libro que empezara, con independencia de que no estuviese resultando interesante, leí muchos libros intrascendentes.

¿Cuáles son las tendencias actuales de la literatura que más interés le despiertan?

La fantasía me disloca.

¿Cómo se definiría a sí misma? ¿Cuál es su mejor valor en el campo literario? ¿Y en lo humano?

La constancia. Tanto para la vida como para la escritura (más en concreto para la escritura de novela) la constancia es fundamental.

¿Considera que los talleres de escritura son necesarios para aquellos que se inicien en la escritura?

Son una manera de conocer las herramientas, aprender a manejar las mimbres, analizar el trabajo de otros… ¿Acaso no nos parece bien que existan escuelas de arte? Es cierto que muchos escritores han aprendido solos, cayendo una y otra vez, por instinto… ambos caminos sirven. Da igual cómo llegues a la meta. Pero, repito, para tener suerte hay que trabajar duro.

¿Cree que es un buen maridaje el hacer periodismo con ser escritor/escritora?

De momento no hay una “Licenciatura de escritura”, ni un “Grado de novelista”. Por eso, a los que nos gusta escribir (y en mi caso, comunicar), nos atraen carreras como el periodismo o la filología.

UNETE



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