"Poetas y Poesías" el poeta Luis Cernuda

Luis Mateo Bernardo José Cernuda Bidón nace en Sevilla el 21 de septiembre de 1902, siendo el menor de tres hermanos. Con un padre militar, Cernuda se cría en un ambiente pequeñoburgués y tranquilo, a la par que castrense, debido a la rígida disciplina a la que su padre les somete a él y a sus dos hermanas mayores.

 

. Con un padre militar, Cernuda se cría en un ambiente pequeñoburgués y tranquilo, a la par que castrense, debido a la rígida disciplina a la que su padre les somete a él y a sus dos hermanas mayores.
Su primer contacto con la poesía a la temprana edad de nueve años, se lo debe al interés de sus hermanas y sus primas por Gustavo Adolfo Bécquer, además del acontecimiento que supuso en aquel entonces el traslado de los restos del poeta romántico desde Madrid a Sevilla en 1911. Al parecer, Cernuda leía a hurtadillas unos tomos de la poesía de Bécquer que sus primas habían prestado a sus hermanas.

Durante sus estudios de bachillerato en el colegio de los Escolapios, escribe sus primeros versos animado por su profesor de retórica, lo que le vale el desprecio de sus compañeros ante los elogios del profesor. Esto no hace más que acentuar su tendencia al aislamiento.

Aún sin tener la certeza de que quisiera dedicarse a ello, inicia estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla, donde conoce a Pedro Salinas, su profesor de literatura por aquel entonces. Salinas descubrirá a Cernuda a través de unos versos que le publican en una revista universitaria.

Continuará estudiando Derecho hasta finalizar la carrera, con la misma desgana con la que la comenzó, hasta que en 1923 se da cuenta de su vocación poética y de la mano de Pedro Salinas entrará en contacto con otros escritores. A partir de ahí, comienza la andadura de uno de los más importantes poetas españoles del siglo XX y la Generación del 27.

Es en 1924 cuando comienza a escribir unos poemas que publicará en revistas y conformarán su primer libro, Perfil del aire. La poesía ya es una constante en su vida, una vocación.

A principios de 1937 se traslada a Valencia, donde funda, junto con Rafael Alberti, Juan Gil-Albert y otros escritores la revista Hora de España.

En febrero de 1938 sale de España y ya nunca regresará. Comienza así su segunda época, la del exilio.

Una visión global de la obra de Cernuda puede parecernos atormentada, pero no es más que la vida hecha poesía, con sus claros y sus oscuros. La felicidad, aunque solo sea en momentos fugaces, existe y aparece en sus versos; también la amargura o la nostalgia de otro tiempo, como la evocación de su infancia, aunque el poeta no siempre lo representa como lugar al que regresar.

También encontramos en sus obras crítica social, siendo el tema en torno al que ésta gira la hipocresía del poder, que encontramos en obras como La desolación de la quimera (1956-1962). Los versos de Cernuda, en general, constituyen una intensa reflexión sobre la condición humana. Pero nada de eso le impide reflejar la belleza, siempre presente en su obra, siempre existente en el mundo a pesar de todo.

A través de sus poemas quiere contemplar las cosas, el mundo, desde otra perspectiva, siempre en el cruce de dos caminos: el de del la realidad y el del deseo o el ensueño. Precisamente el término “realidad” es la clave de la poesía de Cernuda, a través de la que teje una maraña de sentires, cuyo origen es siempre un hecho real. Los temas abstractos se turnan con la realidad; pero cuando ésta se hace presente, la emoción crece y nos lleva a percibir detrás de todo ello el corazón de un hombre.

Pese a que su obra es muy extensa y podríamos haber escogido cualquiera de los poemas integrados en libros más tardíos y maduros, nos hemos decantado por la obra Donde habite el olvido, publicada en 1934, previa a su exilio y cuyo título lo toma Cernuda de un verso de la rima LXVI de Gustavo Adolfo Bécquer.

La rebeldía de sus obras anteriores da paso en ésta a una intimidad casi becqueriana, donde los sentimientos dominantes son el dolor y la frustración motivados por un desengaño amoroso. Luís Cernuda comienza aquí a proyectar su autobiografía poética, que se verá acentuada en los libros siguientes.

En el poema elegido para esta entrada, del mismo título que la obra, se aglutinan casi todas las características del libro, convirtiéndose así en el mejor de los ejemplos posibles de esta obra de Cernuda.

Donde habite el olvido

Donde habite el olvido,

En los vastos jardines sin aurora;

Donde yo solo sea

Memoria de una piedra sepultada entre ortigas

Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje

Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,

Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,

No esconda como acero

En mi pecho su ala,

Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allá donde termine ese afán que exige un dueño a imagen suya,

Sometiendo a otra vida su vida,

Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,

Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;

Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,

Disuelto en niebla, ausencia,

Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;

Donde habite el olvido.

UNETE



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