¿Compramos por rutina? ¿Por estética? Antes comprábamos por
necesidad, pero ahora tenemos trabajos que no nos gustan para comprar cosas que
no necesitamos para impresionar a personas a las que no les importamos.
Hoy en día vivimos en un mundo donde la mayoría de personas
tienen tarjetas de débito o crédito y viven en constantes deudas; pero el problema
no está tanto en “matarse trabajando” para contribuir a el consumismo y
capitalismo, sino en dejarse manipular por la publicidad y la presión social.
Cada persona conoce su necesidad de generar ingresos y
cumplir con ciertos compromisos económicos necesarios como la comida, el agua,
la luz, etc… pero esto no significa que no pueda renovar sus bienes cada seis
meses si así lo desea; el problema está en que debido a la publicidad y a la
presión social, las personas renuevan y consumen muchos más bienes de los que
pueden pagar causando que se endeuden , pero esto no solo afecta su calidad de
vida, sino que también es el ejemplo que se transmite a sus hijos esta manera
de vivir y se acostumbran a crecer viendo que vivir endeudados es lo “normal”.
Existen personas que trabajan mucho y saben valorar el fruto
de su esfuerzo y manejan sus ingresos de una forma razonable; tenemos que usar
el dinero de manera sabia para así multiplicarlo, gastarlo en cosas realmente
necesarias y/o invertirlo, para así poder llevar una vida más tranquila, reduciendo
el estrés y las deudas.