Con el cumplimiento del año de los atentados de La Rambla, se aprovecha la ocasión para recalcar en las políticas separatistas de algunos partidos que no quiero ni mencionar.
La indignación que ha causado a unos y el apruebo a otros solo provoca la división del país entre la pregunta de: "¿Deberían votar o no?" "¿Independencia o no?". Obviamente nadie se puede saltar la ley a la torera ni obligar a una comunidad a votar algo que una mayoría, la cual ellos nunca cuentan, no quieren o que lo ven ridículo. Democracia es el derecho del pueblo a elegir, sin embargo no dejan elegir al resto del pueblo, solo a su grupo, que ya sea por ignorancia o por intereses, no cuestionan ninguna de las ideas que estor partidarios rezan.
Aprovechándose el momento multitudinario, hicieron propaganda, esparcieron sus ideales divisorio y separatistas haciendo alusión al pueblo catalán al completo, incluyendo a los que están en contra de ellos. La instrumentalidad que presenta la mente de estos individuos es increíble, comparable a antiguos fascistas que ellos critican con dureza. Lo que se puede deducir fácilmente es la desviación del recuerdo a las víctimas a sus políticas independentistas.
Aquí no importa el número de víctimas que hubiese en dicho atentado, lo que verdaderamente importa es la gente que vaya para contagiar nuestra política, aunque sea una falta de respeto en tal momento. Al fina encuentran lo que buscan, los medios se giran a ellos, aumenta su popularidad y las víctimas quedan olvidadas.