La guerra entre los Estados Unidos y la UE ha terminado
ya.
¿Quién se ha derrotado entonces...? Sin duda, todos los
adversarios no podrían ganar esta guerra. No cabe duda, el único ganador es los
EEUU.
Mientras tanto, el presidente de la Comisión Europea,
Jean-Claude Juncker, expresó su satisfacción con los resultados de la reunión
en Washington. El principal acuerdo con la Unión Europea para trabajar hacia
cero aranceles y modificar la Organización Mundial del Comercio (OMC) es el
momento culminante de las combinaciones de Trump.
La
situación actual no es espontáneo. En realidad, Europa no es un adversario ni
el socio de los EEUU Puede decir, es un instrumento en las manos del
presidente estadounidense. La real guerra comercial fue iniciada por los EEUU
contra China.
Desde el principio, Donald Trump tenía 3 objetivos principales
de su presidencia:
1. A impulsar la economía estadounidense,
2. A reducir déficit comercial nacional,
3. A restringir el crecimiento económico y geopolítico
chino.
Para cumplir todos sus objetivos ambiciosos, se desató la
guerra comercial contra Pekín.
“Reducir déficit comercial nacional” es un objetivo fundamental
en la campaña electoral de Trump. Les recuerdo que los EEUU tienen gran déficit
comercial con China (según los datos en 2017 éste se elevó a cerca de $400 mil
millones).
En la mente de D.Trump el proteccionismo es un remedio
milagroso para la industria nacional. El jefe de la Casa Blanca está dispuesta
a arriesgar las propriedades diplomáticas en beneficio de la economía nacional.
Desde luego, los círculos industriales estadounidenses ampliamente apoyaron al
presidente estadounidense, Donald Trump. El jefe de los EEUU impuso aranceles
de 25% a importaciones chinas valoradas en 200,000 millones de dólares en
productos como aluminio, acero, productos químicos y bienes de consumo. Hay que
destacar que la administración de Donald Trump ha amenazado con una nueva ronda
de aranceles. En respuesta a ello, China anuncia represalias contra aranceles
impuestos por la administración de los EEUU que incluyen granos, soja, puerco,
productos hortícolas, frutos, vino y etc. La estrategia china es atacar a la
agricultura estadounidense.
Para neutralizar los intentos chinos de socavar la
agricultura estadounidense, Donald Trump inventó un plan brillante.
En primer lugar,
decidió aumentar los aranceles a las importaciones de la UE a las
industrias europeas que dependen del mercado de los EEUU como un automóvil.
En segundo lugar, después de intimidar a los países de la
UE, negoció con Jean-Claude Juncker e hizo un gesto de buena voluntad,
promitiendo retirar los aranceles.
En tercer lugar, en cambio, Trump exigió a la UE que
importara productos agrícolas estadounidenses en grandes cantidades. El acuerdo
fue ventajoso para Alemania; pues, protegió los intereses de los fabricantes de
automóviles: Audi, BMW, Ford-Werke GmbH, Mercedes-Benz, Volkswagen, etc.
Por otro lado, los términos del acuerdo podrán influir en
pérdidas económicas de los principales productores agrícolas europeos. Todo
esto llevue a los desacuerdos dentro de la UE.
Resulta, la Casa Blanca engañó una vez a Bruselas...¡¿y
qué sigue después?!