Reseña "La corriente del golfo" de Soledad Puértolas

Título: La corriente del golfo

 

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Los relatos de Soledad Puértolas (1947) tienen la capacidad de enfrentarte con el espejo. Adentrarse en ellos es recorrer todos esos recovecos internos que tantas veces buscamos exiliar en la invisibilidad. Es recalar en unas emociones de pasaje obligatorio y también doloroso. Para algunos de estancia transitoria, para otros más larga tal vez de lo deseado. Pero, en definitiva, inevitable para toda aquella persona que se enfrenta de un modo u otro a la incomprensión, a ese desconcierto en el que tantas veces nos sumerge la vida.

Quizás por eso sus historias atrapan. Cautiva su manera de narrar lo extraordinario de lo cotidiano, de priorizar el detalle. Porque así son los personajes de la escritora aragonesa, no nos dicen nada porque justamente lo vital es lo que callan y lo que camuflan con sus actos rutinarios como la protagonista del relato Recepción. Una chica joven, trabajadora, de buen talante y servicial, sedienta de reconocimiento, que aguarda la llegada de ese punto de inflexión que produzca un giro en su vida.

También están los que se entregan a la representación de la perfección para silenciar todo aquello que dolió. La señora Mussorgsky posee el jardín más hermoso del vecindario. Es capaz de crear flores de espectacular belleza ganándose la admiración de todo aquel que las contempla. Y sin embargo, basta una sola desatención para que se derrumbe el escenario donde se mantenía a salvo de los tormentos del pasado. Los protagonistas de Ventajas de la primera persona parecen decididos a anclar su vida en la melancolía con alguna intermitencia de gozo comedido, algo así como una tregua con el desasosiego del que no saben cómo escapar.

Y aun así en cada uno de los personajes de los diez relatos que forman La corriente del golfo es fácil discernir el anhelo de que en algún momento aparezca la llave de esa puerta que les permita acceder a una existencia menos gris, apática, desfavorable y tantas veces incomprendida.

Son historias donde el conflicto no pasa por los sucesos. Y es que justamente esa es tal vez la peculiaridad más destacada de estos relatos: que parece que no pasa nada y pasa un mundo. Pasa esa búsqueda persistente en entender el porqué y el para qué, en dar con las respuestas y sobre todo en encontrar la forma de desafiar al desasosiego y recuperar la esperanza. Pasa en definitiva, la vida.

UNETE



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