Cuando de hablar de la
comunidad LGTBI se trata se convierte en un tema muy complicado, pero mucho más
cuando es una persona que no sufre el castigo social al que esta comunidad está
sujeta.
Para empezar, debemos
hablar de cifras, según el portal Colombiadiversa.org ha habido en los últimos 5
años en Colombia 495 victimas de asesinato, en donde la mayor parte de las victimas
son gay y mujeres trans, en edades entre 26 y 50 años, donde han sido atacados
en su mayoría por arma de fuego y arma blanca, generalmente perpetrados por su
pareja o persona con quien vivía, pero lo mas preocupante es que en mas del 50%
de los casos ni siquiera se tiene información.
Entendiendo estas cifras
y sumando más atropellos hacia esta comunidad como son, su derecho a ser
reconocidos como personas con derechos civiles como todo colombiano debería, derechos
que ni siquiera deberían ser nombrados por simple lógica humana como identidad,
casarse o adoptar.
La motivación de generar
este escrito que puede o no gustar, ha sido la actual coyuntura política y
sobre todo social que el país esta viviendo en este momento, no solo por ser
elecciones políticas sino por el uso de ciertas comunidades de las cuales después
puede que no recuerden que les hicieron promesas que tal vez como todas se irán
con el viento; Colombia como muchas otras democracias en el mundo tiene una
constitución que enumera un conjunto de leyes donde describe que tipo de país queremos ser o
que deberíamos ser, una de las tantas dice (Artículo 16.) “Todas las personas
tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que
las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico.”
Debido a esto se hace
totalmente inadmisible como desde diferentes grupos de la sociedad vulneran los
derechos de comunidades que yo en lo personal no llamaría minoría, y explicare
puntualmente esto, no lo llamo minoría como no me gusta denominar a ningún grupo
social “minoría” por el hecho de que al tratarlos como minoría automáticamente
ya los estamos discriminando dentro de nuestra sociedad y la comunidad en general
que habita nuestro territorio.
Pero porqué en pleno
siglo XXI donde las guerras civiles ya no existen, donde se ha superado la segregación
social, en donde a pesar de lo tardío, se les ha abierto el camino a las
mujeres en un mundo equivocadamente dominado por nosotros los hombres en la mayoría
de los casos, aun seguimos siendo una sociedad tan discriminatoria hasta el
punto de convertirnos en asesinos creyéndonos jurado y juez.
Es entendible que se
trate de un cambio sociocultural que requiere de años y educación, no solamente
entre los jóvenes sino también entre las personas que ya por su edad avanzada
tienen una muy marcada ideología de género que se les ha introducido desde muy jóvenes
donde solo conciben al hombre y a la mujer donde ellos entienden también que la
familia solamente es una unión y no un concepto que abarca mucho mas que la convivencia
de dos seres.
Nosotros como humanos
debemos entender que existen otros seres humanos que habitan nuestro territorio,
que son anatómicamente muy parecidos a nosotros y que definitivamente tienen
derechos exactamente igual a nosotros, no podemos por una religión o una
convicción llegar a ser cómplices de asesinatos que tal vez no cometemos nosotros,
pero llevamos la culpa por omisión al no haber reconocido a los otros seres
humanos.
La tolerancia, el respeto
y el entendimiento nos vuelven personas valiosas para la sociedad, no podemos
perder nunca nuestro valor.