Una imagen dividida, una
única persona y los habituales prejuicios que distorsionan nuestra percepción
sobre la realidad de las cosas...
No voy a hablar de la
campaña, porque es lo suficientemente buena como para explicarse por sí misma.
De lo que voy a hablar es
de los prejuicios que minan las relaciones sociales, que modifican los valores,
que se convierten en un escudo bajo el que se esconde la intransigencia y el
sectarismo más radical.
Hablo de las dobles caras
que siempre se han mostrado en cualquier escenario social y que ahora se
manifiestan en su total grandeza también a través de las redes sociales.
Porque en las redes,
pensemos lo que pensemos, no hay diferencias sustanciales con la realidad. Las
personas muestran el lado que interesa y esconden el que no. Muchos perfiles se
están convirtiendo en auténticos iconos de la egolatría, amparados por el
aplauso de un público mediocre o desinformado, que no va más allá de la
obviedad que trasciende de una simple lectura transversal de la realidad.
Hablo de gurús del twitt
a cien, que esconden su vanidad bajo el manto aúreo de un conocimiento que no
suele ser tal... Hablo de quienes fomentan los prejuicios a través de su propia
identidad de mentira, que ataca y mina la credibilidad de quienes piensan
diferente, de quienes son diferentes.
Hablo de que el mayor
peligro de las redes son quienes las reprueban con su intransigencia.
Hablo de esos curas de
púlpito que añoran tiempos mejores, en los que las masas analfabetas se
aferraban a una fe ciega e ignorante.
Hablo de que los Roucos,
de los gurúses de la política, de los del deporte, de los de la cultura... que
sientan cátedra con su pensamiento único y excluyente.
Hablo de la
responsabilidad de todos y cada uno de nosotros a la hora de construir un
modelo de comunicación en libertad, basado en el respeto a las ideas y a las
personas, a la identidad, los valores, la solidaridad, la colaboración...
Hablo de dejar apartados
los prejuicios.
Hablo de
hablar verdades.
Hablo de poder hablar, de
una vez por todas, en libertad.