Toda
escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para
corregir y educar, para instruir en lo que significa el ejercicio de la
Justicia.
(2
Timoteo 3:16)
No hay
mayor amor que éste: que uno dé la vida por sus amigos.
(Juan
15:13)
Pues un testamento es válido solo en
caso de muerte, puesto que no se pone en vigor mientras vive el testador. Por
lo tanto, ni aun el primer pacto se inauguró sin sangre.
(Hebreos 9: 17, 18)
Y Él
dijo, cuando estuvo sentado en lo más alto del cerro (...) Bienaventurados los
de limpio corazón, porque ellos verán a Dios... Bienaventurados los que padecen
persecución por causa de la Justicia, porque de ellos es el Reino de los
Cielos...
(Del
Sermón del Monte, Mateo 5)
I.
El 15 de enero del 2018 tuve una
experiencia similar a la del 11 de septiembre del 2001: estaba viendo en una
pantalla, prácticamente en tiempo real, un acontecimiento que me parecía
inverosímil: en varios videos un hombre rendido solicitaba la presencia de un
fiscal del ministerio público para rendirse sin violencia para preservar la
vida de civiles y de una mujer embarazada. Por tres veces hizo aquel hombre la
misma solicitud, sabiéndose rodeado por una fuerza policial, militar y para
militar que era mil veces superior en hombres y armamento a sus exiguas fuerzas, en ese momento
de siete personas. El mundo entero vio entonces cómo los sitiados, ya
entregados, fueron ametrallados en su reducto, cómo gritaron que eran atacados
con lanzagranadas, cómo fueron capturados y ejecutados por fuerzas desmesuradas
de sangre y llenas de odio, cómo no se cumplió la honra al caído, sino por el
contrario, aun ya presumiblemente muertos, todos los integrantes del grupo
recibieron disparos en la frente. Y aún se habla del posible horror de que la
muchacha que estaba con ellos, embarazada, hubiera expulsado el feto y el feto
hubiera sido también ametrallado. Luego, circularon profusamente por las redes
sociales las fotografías de cómo había quedado la casa donde se cumplió el
martirio de esos siete jóvenes,
casi totalmente derruida por efecto, luego dijeron, de las armas usadas para
este operativo de, usando el término cinematográfico y por esta vez
correctísimo, "bastardos sin gloria".
II.
El término Web 2.0 está ligado principalmente
a Tim O´Reilly, de O´Reilly Media y no me extenderé en su historia. Se refiere
a la constelación de comunidades que surgen de las interacciones que se cumplen
mediante aplicaciones, redes sociales, videos, fotografías y música
compartidos, wikis, blogs, mashups, microblogs, longtails y folcsomanias: más
que un conjunto complejo de tecnologías, es una plataforma conformada por
múltiples redes que abarcan los dispositivos conectados, desde el software
hasta el Internet de las Cosas (IoT). En esta plataforma se producen múltiples
fenómenos semánticos, epistemológicos y ontológicos, pues los practitioners se
mezclan, entremezclan, se crean y recrean, consumen y son consumidos en algo
que los estudiosos llaman "arquitectura de participación". En un espacio
como ese, de múltiples escenarios virtuales, es totalmente posible que la
realidad-real pueda confundirse con la realidad-virtual, y viceversa, de allí
la "duda melódica" (Barrera Linares dixit) que muchos padecemos con
respecto a casi todo. Todo social networker es un santo Tomás que clama por
meter el dedo en las llagas para estar completamente seguro de que ese cuerpo
resucitado le pertenece a su Maestro. Por eso, la gesta de Óscar Pérez fue
siempre considerada un show por todo aquel que se considere un hiperlógico, y
Óscar Pérez fue calificado de farsante porque alguna vez participó en una mala
película. Óscar Pérez, aquella criatura de ojos verdes, muy dotado inspector
del CICPC, un cuerpo "de élite" para combatir el delito, entrenado en
varios espacios de combate, piloto de helicópteros, cumplió varias acciones:
secuestró un helicóptero y sobrevoló Caracas pregonando que estaba en 350,
presuntamente, tomó varias armas, hizo cosas, apareció en marchas fugazmente, y
nunca mató a nadie (y eso era uno de los reproches y de las fuentes de duda).
Para muchos era un showman del G2, para
otros, un lobo solitario, o un tipo que estaba bien bueno, un símil de Robocop,
o lo que sea, sin tomar en cuenta que sus acciones, aisladas y medio-heroicas,
estaban ocasionando graves daños a la mentalidad controladora del régimen: sólo
así se explica la movilización antiheroica de más de
mil efectivos con granadas, lanzagranadas, y cañones antitanque que fue lanzado
contra una casa aislada en El Junquito y la gran saña que han desplegado contra
los familiares de los caídos, a los que no fueron entregados los cuerpos sino
los féretros y eso días después del evento, inclusive se dice que hay personas
presas por el solo hecho de haber llevado comida a los dolientes que esperaban,
desconsolados, en la Morgue de Bello Monte. El mismo cadáver de Óscar Pérez fue
enterrado cinco días después de su muerte en la parcela 42A del Cementerio del
Este: metafóricamente, cerca de las antenas, en un cerro, dicen "de
difícil acceso", después de haber intentado infructuosamente cremarlo,
desaparecerlo, evitar que se convirtiera en ícono de la resistencia, en fuente
de fe de una multitud que espera héroes y hasta santos, pues ahora dicen que ya
está haciendo milagros. Y en esa plataforma 2.0 que fue su vida, Óscar Pérez se
va materializando después de muerto. Sus ojos verdes llenos de inocencia se
superponen ya semánticamente a la mirada de aquel que vigilaba, amenazante.
III.
Y entonces, presenciamos por las redes
sociales el martirio de Óscar Pérez. El martirio es la muerte con sufrimiento
extremo que se padecen por causa de una fe. Y hasta en sus últimos momentos,
con una mezcla de tristeza y aceptación, Óscar Pérez reafirmó su fe y su causa,
cuando se despedía de sus hijos, cuando seguía llamando a la resistencia. La
palabra martirio deriva de otra, griega, vinculada al concepto de testimonio.
Así, martirio es lo que sufren quienes, para dar testimonio de su fe, dan la
vida, en muchos casos previa tortura. La entrega de la vida es la reafirmación
del testamento espiritual, el testimonio del mártir para que sus depositarios
reciban el pleno sentido de su fe e implica la aceptación libre de la propia
muerte: en ese proceso, el ser individual se transmuta en ser colectivo.
Dicen que la fe es un atributo exclusivo
de los seres humanos (dado que no todos los antropomorfos somos seres humanos,
los humanoides, o no-humanos, son incapaces teóricamente de tener una verdadera
fe, y quizás solamente tienen "sensación de creer en algo"). Tomás de
Aquino, al referirse a los mártires, puntualizó que son testigos de la verdad
que se ajusta a la piedad. Asímismo, afirmó que es mártir quien muere
defendiendo la moralidad de la "res publica" de quienes quieren
corromperla. Un prólogo al Libro I de los Macabeos expresa: "La muerte
aceptada por los justos tiene un valor expiatorio a favor de todo un
pueblo". En aquellos tiempos, Antíoco IV era un gobernante que buscaba la
destrucción por hambre del pueblo judío, al que expoliaba y reprimía con
violenta crueldad. El pueblo fue abandonando las ciudades poco a poco, para
huir y también como forma de resistencia pasiva, hasta que reaccionó,
estallaron las revueltas armadas y finalmente obtuvieron su independencia. Los Libros de los Macabeos son cantares
de gesta de un pueblo pequeño empeñado en reconquistar su libertad y en
preservar su identidad de los que pretendían destruirla. Posteriormente, el
sacrificio de los Macabeos fue la fuerza espiritual de combate de los zelotes
contra el Imperio Romano.
IV.
En el caso de Óscar Pérez y sus
compañeros, quienes murieron porque lucharon, hay que reconocer que ellos
estuvieron dispuestos a morir (y se evidencia otra vez en lo 2.0: los mensajes
de voz que hicieron llegar a sus familiares, justo antes de ser masacrados,
conscientes de que no serían llevados ante ningún tribunal, y de que ningún
fiscal se haría presente) para dejar testimonio de su fe. Leí por ahí uno de
esos tan inteligentes posts que a veces brotan, de un socialnetworker que dice
(¿pretendiendo justificar la muerte de Pérez?) que éste estaba en contra del
Estado de Derecho, de las Leyes, y que estaba "alzado en armas". Pues
bien, la gesta de Óscar Pérez comenzó porque el Estado de Derecho estaba
resquebrajándose, agrietándose, y finalmente desmoronándose, como lo vimos en
vivo y directo por las plataformas de la Web 2.0.
Ahora, hay que atenerse a las
consecuencias: tanto los
responsables directos del martirologio, un gobierno que se pone cada día más al
margen de las convenciones internacionales y las prácticas éticas, como los que
hemos recibido las cuotas de bautismo de sangre que nos enviaron
Óscar Pérez, José Alejandro Pimentel, Daniel Enrique Soto Torres, Abraham
Agostini, Jairo Lugo, Abraham Lugo, y Lisbeth Ramírez y su pequeño neonato.
Tertuliano, en el 197 d.C, dejó dicho que "la sangre de los mártires abona
las semillas de los creyentes". Así que, independientemente de lo que
suceda a partir de este acto intrínsecamente homicida, estos mártires 2.0 han
sellado"urbi et
orbi" con sangre su testimonio. Y, como dice la Palabra, han establecido un
nuevo Pacto, y no hay Pacto sin sangre.
En Barquisimeto, el 23 de Enero del 2018
Dedicado
muy especialmente a Fernando Nunez-Noda, una especie de gurú
2.0, a su mamá, Mary Noda de Nunez,
a
mi sobrino Trino, quien me ha iniciado a los conocimientos de lo Web 2.0, los
marketings y similares, a mi hija Eréndira, quien me enseñó a visualizar la
vida a través de la Palabra, y
también a Golcar Rojas y Marian Martínez,que me hacen visualizar
dos perspectivas de la realidad virtual, pero también a mis 1.200 facebook-amigos, cada uno en su trinchera Web
2.0