Se dice que en México existe una
guerra civil, pero no una de balas, rifles y batallas callejeras sino una
guerra civil tras bambalinas donde los papeles y las declaraciones son las
tácticas militares a seguir y los chismes resultan ser las armas más valiosas
que tienen los bandos.
Y es que es sabido que en México
existe una guerra civil que no ha hecho enfrentar a dos bandos si no a cinco:
Ricardo Anaya y Margarita Zavala dentro del PAN, Chong con el grupo Hidalguense
y Videgaray el Virrey en el PRI y el solitario pero poderoso Andrés Manuel con
Morena por el otro; una guerra civil más grande que la segunda guerra mundial
en el pico de la gráfica.
Primero hablemos del PAN, ese
partido que tiene el nombre del alimento favorito del pueblo, es el primero en
entrar al bastión de la guerra civil tras bambalinas pues tras la imposición de
Ricardo Anaya como el líder, salvador y la nueva cara rockera del PAN, Anaya no
solo logró hacer que el PAN suene menos que una canción de una banda de Garage
en el club de moda en Ibiza sino también provocó una fractura tan amplia como
la falla de San Andrés donde Margarita Zavala, el favorito Bar Tender de
Calderón, quedó al otro lado provocando
un conflicto interno donde las personas debían elegir que lado debía tomar. Izquierda
o derecha, esa era la cuestión.
Esa
no fue la única fractura, ni la más significativa que hubo en cuanto a
la política de cuello blanco y manos negras de México, pues aunque el PAN dejó
algunos saldos rojos como la pérdida del senador Lozano, ex secretario de
educación y un buen candidato a la gubernatura de Puebla, dejando un campo
abierto para una sanguinaria batalla, el Partido Revolucionario Institucional
resultó ser uno de los más afectados por las batallas civiles de la política y
la ambición.
Se dice que el que en realidad gobierna
tras Peña Nieto y que seguirá en el poder con la llegada de Meade, se está
haciendo todo lo posible incluso orquestando un gran fraude apoyado por un
bastión de fuerzas federales de seguridad, es el Itamita por excelencia, líder
del neoliberalismo y brillante maestro en ajedrez, Luis Videgaray Caso, quien
ha sido nombrado el nuevo Virrey Mexicano afianzando su poder para conseguir
más beneficios, no solo a él sino también a México.
Tras el destape de Meade y el claro
beneficio hacia su persona por parte de los jeques del poder mexicano y la
política, alguien salió molesto del bastión del PRI y del círculo de gobierno,
y ese alguien fue Osorio Chong, líder del grupo político Hidalgo el cual tenía
planeado un amplio camino hacia el poder hasta que un ex miembro del ITAM
decidió que Meade era una mejor marioneta, allí vino la declaratoria de guerra.
Como un movimiento contrario, Chong decidió que la mejor manera de vengarse era
ir contra los amigos de Peña amigos no solo de partido sino también de campaña
pues adivinen quienes desviaron grandes cantidad de dinero desde sus estados
para su campaña ¿Pensaron en los Duarte y en Borge? Claro, están en lo correcto,
Chong arremetió contra estos tres ex gobernadores destapando su papel en los
comicios anteriores y la gran importancia del dinero y sobre todo su
procedencia.
Gobernadores persiguiendo como
perros a sus antecesores, fiscales enfocados en encontrar pruebas que antes
hubieran pasado desapercibidas y luchas internas contra los mismos funcionarios
que juraron defender al país de los malos pero que ahora hacen todo lo grande
pequeño, eso es lo que está sucediendo en nuestro país mientras Chong va por
los que llevaron a Peña al poder y Videgaray va a poner a un sucesor seguro, un
dedazo como en el tiempo del añejo PRI, quien sabe, igual y los dinosaurios
nunca se extinguieron.
Para cerrar todo, quien se
consideró el primer jugador fue llevado al último pues con todos estos dimes y
diretes, apuñaladas por la espalda y besos en la frente, Andrés Manuel López
Obrador, sus sueños de hacer de México Venezuela y su hambre senil de poder,
AMLO y la llamada esperanza de México siguen subiendo en las encuestas, ya sea
producto del descontento social, que a veces es tal que ciega la razón y el sentido
común, el populismo que se aprovecha de la ignorancia y la pobreza o producto
de no haber una fuerza política unida, todo parece apuntar que si no es con un
mega fraude, un destape de ojos milagroso o alguna otra obra de la CIA, este
año tendremos a un anciano socialista, persigue palomas y enemigo de la mafia
del poder vistiendo la banda presidencial ¿Qué miedo no?
La política fue, es y será siempre
un chiquero, donde la caca aunque olerá a rosas siempre será caca y tendrás al
final que comerla sin hacer caras, pues así es la política; o das o te las dan,
tú elijes.
México no tiene un buen panorama en
cuanto a política, sociedad y economía se trata pues con inflaciones en el
cielo, amenaza de fuga de capital por una reforma fiscal osada de los perros
calientes americanos, con un aumento de impuestos por venir, un conflicto
social, una amenaza de represión y también una situación política poco
alentadora para 2018, lo único que nos queda decir es: ¡Ay, Ay, ay, ay, ay,
Canta y no llores, porque cantando se alegran Cielito lindo, los corazones!
Lamentablemente todo está en manos de los menos brillantes. Ahora.