Te llaman “Dictadura”, esos que
nunca vivieron en una dictadura.
Te llaman “Dictadura”, esos que
no tienen idea lo que es sufrir una dictadura. Esos que no vivieron las
injusticias de Franco, Somoza, Trujillo, Batista, Pinochet… Esos que nunca
vivieron lo que eran las torturas sistemáticas, las desapariciones sistemáticas,
las violaciones sistemáticas, las ejecuciones sistemáticas… Esos que no saben
lo que es salir a la calle y no saber si volverán vivos a sus casas. Esos que
no saben lo que es vivir con el miedo a perder un hijo, un padre, una madre,
por querer luchar contra las injusticias de una dictadura…
Me niego a entender a aquellos
que te llaman “Dictadura”. Que no saben lo que es ser ignorados por los Medios
de Comunicación. Que no saben lo que es hablar con sumo cuidado para no ser una
nueva víctima de una dictadura. Que no saben lo que es que te cierren las
puertas por tus ideas políticas.
Y es que no entiendo a aquellos
que te llaman “Dictadura” y pueden viajar tan libremente por el mundo
denunciándote… Aquellos que pueden dar entrevistas sin ningún tipo de censura…
Aquellos que nunca les falta la comida, pero que te denuncian por falta de
alimentos… Aquellos que nunca les falta medicamentos, pero que te denuncian por
falta de medicinas… Aquellos que nunca les falta espacio para denunciarte en
los Medios, pero que te denuncian por falta de libertad de expresión.
Sí, mi querida Venezuela, juro
que no entiendo a aquellos gobiernos que te llaman “Dictadura”, aquellos países
autodenominados “democráticos”, pero que en casa algunos están llenos de fosas
comunes, asesinatos extrajudiciales, desapariciones, paramilitares,
desplazados, periodistas muertos…
Juro que no entiendo a aquellos
gobiernos que te llaman “Dictadura”, pero que bombardean Vietnam, Yugoslavia,
Afganistán, Libia, Siria, Irak… Que hablan de “democracia”, pero que la abstención
suele ser la verdadera triunfadora cada vez que hay elecciones presidenciales o
municipales… Que hablan de “Derechos Humanos” y en casa viven aplicando lo
mismo que no querrían en otros países (pena de muerte, abuso policial, etc)…
Que hablan de “Libertad de expresión” y sacan una “Ley Mordaza”… Que hablan de
“participación ciudadana” y sólo les permiten a sus ciudadanos participar para
cada elección presidencial o municipal… Que hablan de “no injerencia” y son los
primeros que meten sus narices… Que hablan de “intolerancia”, pero que en casa el
racismo, la xenofobia siguen siendo pan de cada día… Que te acusan de
“Narco-Estado”, pero que no sufres los horrores de los cárteles de la droga
como en ciertas “sólidas democracias” y que no eres ni competencia en
producción ni en transporte de drogas.
La OEA te llama “Dictadura”. Amnistía
Internacional te llama “Dictadura”. Human Rights Watch te llama “Dictadura”. La
Unión Europea te llama “Dictadura”. Todos ellos, curiosamente, financiados por
el Gran Capital.
¿Qué tienes Venezuela que tanto
te odian? ¿Qué tienes Venezuela que tanto se “preocupan” por ti? Sí, Venezuela,
tienes hoy a un pueblo de vuelta en casa (Asamblea Nacional Constituyente);
tienes las mayores reservas de petróleo en el mundo; tienes a un pueblo bravío
con conciencia política y en pie dando la lucha; tienes a un pueblo que
participa activamente y que no es apático; tienes a unas fuerzas armadas
nacidas del pueblo y sin castas militares. Ya quisieran algunos tener a tu
pueblo sumido en la ignorancia y bajo las garras del cruel neoliberalismo.
Es que no entiendo a aquellos
artistas y famositos que te llaman “Dictadura” y no sospechan que lo que les
sale por sus bocas es una triste copia sacada de los Grandes Medios, de otras
figuras, de estructuras afines al Gran Capital o, quién sabe, de algún
billetito.
Y es que puedes ver hoy los
rostros de la Asamblea Nacional Constituyente, tan distintas a los rostros que
acostumbramos a ver año tras año, década tras década dentro de nuestro Poder
Legislativo. Y si no son ellos, son sus hijos. La gran diferencia radica en que
los primeros representan, claramente, los intereses del pueblo, y los segundos
representan los intereses de la Gran Empresa y se pelean entre ellos para
recibir la “atención” de los Grandes Intereses. No por nada estos últimos
reciben sus buenas mesadas, aparte de sus jugosos sueldos, para que dicten
leyes a la medida de sus intereses.
No. No me creeré ese cuento de
que eres una “Dictadura” y de que tienes a un “dictador”. Te odian porque no
estás de rodilla frente al Gran Capital. Te odian porque eres un país con
independencia. Te odian porque tienes riquezas que no están bajo el control del
Gran Capital. Te odian porque tienes a un presidente como Nicolás Maduro que
prosigue el legado del comandante Hugo Chávez. Te odian porque le entregas voz
a tu pueblo. Te odian por llenar de valores a tu pueblo. Te odian por abrirle
los ojos a tu pueblo. Te odian porque has acostumbrado a participar a tu
pueblo. Por todo eso y más te odian, y por eso tratan de mostrar a sus propios
pueblos que eres una “Dictadura”, para que tu ejemplo no pueda contagiar por
ningún modo a sus propios pueblos. Por eso tu hija Delcy Rodríguez, y con mucha
razón, dijo a los pueblos del mundo: “Pueblo levanta la cara y ve que en
Venezuela sí se puede gobernar desde el pueblo; pueblo levanta la cara y toma
el poder político; pueblo levanta la cara y derrota a esa oligarquía que te
oprime, que te irrespeta.”