La
situación de Corea del Norte es más que conocida en el mundo. Programa nuclear
con misiles intercontinentales, comunismo radical, control de la población al
puro estilo de Orwell con sus Big Brother y ejecuciones a corruptos, esto no
suena tan mal, con ametralladoras antiaéreas, todo liderado por un gordito
líder de risa agraciada y mente desquiciada.
Si
comparamos el estilo de Kim Jong-Un con el de Nicolás Maduro en Venezuela
encontraremos que existen una gran cantidad de coincidencias: Ambos se
perpetuaron en el poder a partir de la muerte de alguien más grande e
importante, de su mentor, que para Kim era su padre y para Maduro era el
comandante Chávez, además de que ambos pasaron por el proceso de transformar la
democracia en una dictadura de una manera “democrática” y “consensada” ya que
el pueblo les pedía seguir adelante con su proyecto.
Es
sabido que una dictadura tiene que pasar un proceso de evolución para
decretarse como tal, como una dictadora, así como una oruga pasa un proceso
para volverse una mariposa, así Maduro pasará un proceso para dejar de ser
presidente y volverse dictador por lo que podremos ver como en los próximos
días comenzará a crecer una pupa en torno a él.
¿Ahora
entiendes todo lo que ha pasado? La asamblea constituyente instaurada por
Maduro para darle voz al voto pero que en realidad al único que le dio voz fue
a él, la represión violenta que está haciendo la policía, la detención de los
principales opositores, la amenaza de sacar a las fuerzas armadas y la
desaparición del congreso son algunas de las partes que harán que el pequeño
gusano se vuelva una mariposa.
El
proceso es largo pues el mismo día que entrar a la pupa no te vuelves mariposa,
por lo que veremos un caminar metamórfico que llevará a Venezuela de ser una
república a ser la casita de Nicolás Maduro; y aunque el camino está plagado de
peligros como águilas calvas y buitres carroñeros, lo más probable es que la
mariposa salga… pero en forma de polilla.
Esperemos
que Maduro no sufra tanto por la falta de oxígeno en su metamorfosis que
termine con un cerebro atrofiado como el del buen Kim que asesinó a su tío, a su
ex novia y a unos muchos más, esperemos que Maduro no haga agonizar a una
nación cansada de sufrir tanto, primero con un gobierno corrupto de derecha,
capitalista, y ahora con un gobierno enfermo de izquierda, comunista.
Si
Maduro hubiese aprendido del libro de Kafka, la metamorfosis, se hubiera dado
cuenta que hace mucho que pasó por esa transformación acostándose en su cama
como Nicolás Maduro y levantándose como una sucia cucaracha.