Desde 1953 las cosas ya pintaban
para mal en el mundo, ya se vislumbraba la llegada de la satisfacción
inmediata, ya se escribía el destino de las generaciones venideras y es que fue
en ese año, en 1953 cuando surgió la empresa Maruchan, no solo pionera en la
venta de camarones bebés, casi Krill, o de cáncer con sabor a sopa sino también
en la producción de soluciones rápidas pues como lo revela una de las oraciones
en el envase: Lunch instantáneo, la sopa fue una de las primeras soluciones instantáneas
que vio la humanidad.
Hoy en día vivimos en un mundo de
soluciones instantáneas pues como lo dijo Simon Sinek, un importante gurú de
charlas en la unión Americana, los Millenials hoy en día viven atascados de
soluciones instantáneas pues mirar una película, ver una serie o escuchar una
nueva canción han cambiado modificando el tiempo de espera semana a semana para
un capítula, las funciones de los cines o el ir a comprar un CD por un inicio
de sesión.
Para bien estas nuevas plataformas
han llegado a revolucionar todo permitiéndonos a los que no tenemos tiempo o
disponibilidad acceder en nuestro único respiro, no importa si es el baño o la
hora de la comida, a contenido que de otra manera no podríamos ver.
Para mal esto ha incentivado que
las personas, y no solo los Millenials, busquen que toda solución a problemas,
conflictos y contratiempos sea tan instantánea como meter un vaso de sopa al
microondas incentivando así el aumento del estrés, la impaciencia y todas las
emociones negativas que no solo afectan a la bilis sino también a nuestras
relaciones con otras personas, a nuestro raciocinio o a la manera en que
actuamos.
Hoy si quiero comprar leche ya no
tengo que ir al supermercado, basta con entrar a su sitio web y esperar al repartidor,
lo mismo sucede si quiero tacos ya que una app simplifica todo. El sexo no se
queda fuera pues con deslizar un perfil puedo conectar con alguien más urgido
que yo. Hasta bañar al perro ha cambiado con las soluciones instantáneas pues
cada vez tenemos menos tiempo para hacer algo.
Ahora la pregunta crucial es ¿Esto
es un buen indicio o un mal síntoma? La llegada de las soluciones instantáneas es
una buena manera de percibir que estamos progresando, que todos esos científicos,
inventores y gigantes económicos están haciendo algo bueno con su cerebro y
dinero, pero también puede ser señal de una gran, terrible y mortal enfermedad
pues a medida que surgen nuevas soluciones instantáneas nos damos cuenta que nuestro
tiempo se va reduciendo. Antes no había la necesidad de un lunch instantáneo porque
teníamos tiempo de cocina, no teníamos que buscar sexo en una app porque
teníamos tiempo para entablar una conversación en una fiesta o un bar, antes teníamos
más tiempo disponible.
Pronto llegarán nuevas soluciones instantáneas,
algunas las espero con ansias, como las que nos resuelva un largo problema de
salud, enfermedad o lesión en un abrir de ojos. El tiempo es menor y no podemos
pasar 8 semanas en prisión domiciliaria solo por un accidente que nos rompió
los ligamentos y tendones del pie, no podemos dejar de trabajar solo por un
parto.
Llegarán soluciones, que no solo
los Millenials esperan, de tipo instantáneo, soluciones que nos ahorren tiempo
porque tiempo es lo que menos tenemos.