La literatura española ya tiene una nueva realidad: Lara Siscar. Una escritora que debuta con su novela "La Vigilante del Louvre" en la que narra las vivencias de tres mujeres cada una con su propio leguaje y modos de expresión, aplicando su estilo personal, arriesgado, provocador, vanguardista y a la vez inconformista. El dicho ese de "los experimentos con gaseosa" se ha dado de bruces en ella, porque es genuina y posee un instinto narrativo que destroza la bochornosa frase de "a ver que tal nos sale la nueva escritora" impuesta por la industria de las editoriales.
Lara Siscar es reconocida, respetada, destacada y valorada dentro de la literatura española, aportando ingente cantidad de aire fresco con su novela y su manera de narrar. El grupo Penguin Random House ha dado en la diana apostando por ella, siendo su primera novela en un best-seller.
Han pasado dos años en el que ella dio vida a "su vigilante" y ahí sigue. Como si el tiempo no pasara, fresca como una manzana. En mi caso particular ha puesto el listón tan algo que he vuelto a comprar su novela pero en su edición de bolsillo, para disfrutar de su lectura nuevamente. Una novela fácil de leer con capítulos cortos; diálogos a ratos ácidos y a ratos tiernos, pero con una habilidad narrativa eficaz y atemporal que nos ha cautivado a más de uno. Es un libro para esos momentos de la vida en los que el alma te pide (y necesita) un poco de sosiego.
¡Pero demonios! Su debut ha sido tan espectacular que me saliva la mente de pensar como será la próxima novela con la que nos deleite a sus seguidores.
Un augurio: Lara Siscar próximo premio "Princesa de Asturias" de las letras.