En teoría, las universidades son centros de cultura y enseñanza dónde adultos de todas las edades convergen para aprender y debatir a su antojo. Deben propiciar ambientes dónde la libre expresión se ejerza en su máxima expresión, por supuesto siempre y cuando existan bases para fundamentar los argumentos dados. Son lugares especiales donde cualquiera que observe con detenimiento puede deducir el pasado, el presente y el futuro de un país. Los universitarios, sean maestros o estudiantes reflejan la parte más culta y educada de la sociedad a la que pertenecen. Dependiendo en qué lugar del mundo se encuentre la institución, estas “reglas” se cumplen en mayor o menor medida.